martes, 27 de mayo de 2014

27/05/2014

Tomo tu mano inexistente,
paseo por los lugares invisibles, 
 me haces sonreír a veces
 aunque la herida se inadmisible.

 La espina se da la vuelta 
y hace de tu rotura la mía.
Tú sabías lo que cuesta
decir adiós en la despedida.

Ahora ya no puedo encontrarte,
me quedan pequeñas memorias
de la forma en la que tomaste parte
y cómo creamos esta historia.

Imágenes que duelen en el corazón,
citas aplazadas hasta la eternidad,
un baile que es de uno y no de dos
y unas lágrimas rasgando el cristal.

Nos separamos en este tramo,
esta película ya no puede continuar,
estoy perdiendo piezas de sueño
pensando en las cosas que no sabrás.

Ya no puedo encontrarte aquí,
apenas recuerdo cómo era tu voz,
te vas desvaneciendo en mí,
contigo te llevas parte de mi Sol.