sábado, 27 de diciembre de 2008

Día 24

Has necesitado una ducha de casi dos horas
para sentirte mínimamente limpia.
Tienes muchos cardenales que no se borran
y te hacen sentir realmente sucia.

Durante estos días has intentado crear algo,
apartar tus demonios bien lejos.
No tienes ninguno de tus grandes resultados.
Sólo has estado creciendo y yendo.

Junto a tu oscura ropa con choques de rojo
hay una bonita y nueva venda para esta bonita ocasión,
vas a ponértela muy, muy fuerte en los ojos
y en tus comisuras pondrás grapas a modo de sumisión.

Te han dicho lo hermosa que estás esta noche.
"Es nueva" dices señalándo tu máscara veneciana.
No pueden ver que sólamente eres una morgue
de sentimientos, dolor, mentiras y sonrisas apiladas.

El rojo de tu sangre se confunde con el esmalte,
el cerdo, el maldito cerdo no puede ahogarse.
Los campos de algodón no podrán evitar nada;
Vomitarías tu ira de no tenerla tan aferrada.

Todo se oye con eco, en estéreo
y nadie se ha acordado de ella esta noche.
Hay algo que no funciona adentro,
algo que caduca, algo que pronto se corroe.

Los años siguen siendo una repetición,
no cambia nada de uno para otro,
salvo los dolorosos defectos de fabricación
remendados con material roto.

Si te taladraran sólo saldría veneno,
petróleo bailante en finas líneas.
Y hoy, simplemente, otro día menos,
aunque alguien felicite las fiestas.

(24-dic-08)

sábado, 20 de diciembre de 2008

El Matadero

La noche se preveía realmente ventajosa,
tanta anestesia, tanta sonrisa tuvo que llevarme
a algún sitio del que cuelgan cosas como ahorcados.
Aún así, yo me dejé llevar de todas formas,
como alguien ciego de una secta muy poco fiable,
creyendo en su líder, en sus ensoñaciones y milagros,
sonriendo esperanzada con una mirada boba.

Al fin, sin pensarlo, llegamos a ése metálico agujero,
los murciélagos colgaban tranquilos de las ramas,
mientras los espectadores lanzaban miles de fotos.
Éramos reses dentro de un sangriento matadero,
nos estaban seleccionando, iban a dejar su marca,
al rojo vivo y sonriendo, con hierro ardiendo y todo.

Traté de nadar a la superficie, pero no había nada arriba.
Sus ojos y manos de embusteros, tratándonos como objetos,
pero el precio por la relajación parecía que solo podía ser ése.
Aparté la mirada e hice como si estuviera demasiado herida,
así nadie podría comprarme, yo no les serviviría de alimento,
tendrían que echarme, sacrificarme, eliminarme como fuese.

Y así con sus gorros de vaqueros jamás me apuntarían,
ni dirían con posesión "Quiero comprar a esa de allí".
Algo en mi interior me decía que estaba demasiado enferma,
pero la verdad es que yo no estaba nada entumecida.
Con bastante dignidad...Prefería morir mil veces así
o vivir mil años sin ser tocada en lo alto de una verde pradera.

Me recogí hacia adentro, tan adentro que ni yo misma me oía,
como un caracol que no quiere sabe absolutamente nada del mundo,
como si regresara a un estado comatoso en el que oigo pero no actúo.
No había sitio para derramar tanta y tanta sangre semi podrida,
así que las condujeron a un camión diciendo: "Oh, os queremos mucho"
y yo me quedé fuera, sin moverme, viva y sin hacer el más mínimo ruido.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Desde una Isla

Estoy muy lejos. En realidad tremendamente lejos,
cuando sólo mi cúpula de cristal, mi torre, nos separa.
No puedo secar el agua salada con mi corto cabello.
Mi nuca con mis huesos sobresalientes está inclinada.
No sonrío, me oculto meciéndome, huyendo de ello.

Siempre, siempre me has visto, pero no observado.
La gente hace cola, se pone de puntillas con entrada
para ver cómo extirpan ése blando y rosado gusano
de mí. Nunca me conociste y el silencio se inflama.
Entonces me lees a solas, desvirgando mi secreto.

Estoy agarrada a ti, como un asqueroso parásito,
escupiendo sobre tus cosas, pero bebiendo tu salvia.
Erguida, patética en éste infinito estado comatoso,
puedo entrar en crisis, pero sé que no haré ya nada,
pero ¿Qué maldita crisis es? Esto es sólo un teatro.

En ése lugar jamás hallaré a nadie llamado mío.
Tus puñales puestos en fila junto a mi sagrada biblia.
Suéltame un poco, no quiero abrazos o cariño,
son falsos... Yo no pude nacer del todo, me asfixian.
Haz que paren todos esos sollozos de niños.
Vuelve a suceder, se acerca la tempestad marítima.

Durante la infección te asemejaste al Diablo,
han pasado muchos años y aún no he olvidado ése día.
Una vez fui normal, pero decidí dar un salto
junto al pelotón de maniquíes de la tanda de la cobardía.
Mi mente sigue siendo un agujero insano,
un negro patio de recreo donde la bondad está perdida.

Pero estoy sentada, sentada con un tecleo,
oigo a tus bufones de fondo, cargados de neutras energías
y me pregunto cómo ha pasado tanto tiempo.
Me paro un poco y siento cómo algo en mí se (en) cierra.
Y mi casa está repleta de palabras con fuego,
pero sigue siendo tu abrazo, lo que me oprime con fuerza.
Lo sé, lo sé, lo sé: nunca pude nacer del todo.

La mitad de una desmembrada

De nada te sirve echar la vista a atrás;
Entras en la habitación y notas algo incorrecto,
Por hoy, querida, no vas a tener más hijos,
Los destruyes con agua y bombas azules.
Enhorabuena, un día más lo has conseguido.

Encontré a alguien extrañísimo de verdad,
Había estado pegado a mí hacía mucho tiempo,
Como una mitad, una mitad de mis kilos.
Cometí el error de protegerla sin luces
Y nos odiamos cuando nos conocimos.

Yo sinceramente estuve necesitada,
No sé si por puro gusto o por algo de miedo,
Pero tuve que contagiarme del lado frío;
Esa serenidad a la que siempre aludes,
Cuando todo lo demás está inquieto.

No, no nos encontramos por casualidad,
Sino por las consecuencias de aquel invierno.
¡No voy a pensar en lo crudo que había sido!
Esos barcos, esos dedos en los enchufes
Para simplemente fracasar en el intento.

lunes, 8 de diciembre de 2008

44 días en el Infierno

He permanecido totalmente petrificada
durante cuarenta y cuatro días en el rojo Infierno;
Nerviosa y arruinada, te estuve llamando a gritos,
pero como nadie pudo escuchar nada,
entonces creí que se me había acercado un vampiro
llevándose lo que dentro de mí quedaba intacto.

Tuve mi pequeño refugio epiléptico,
allí donde mi estómago marcaba una base,
es en esto en lo que consiste mi vida,
mirando una y otra vez ése reloj y sus agujas.
Y vi mi cara de decepción y silencio
cuando no lograba empezar a adormilarme,
con ése sabor amargo en la saliva
diciéndome de fondo "Esto es ser así: Impura".

Pensé que comenzaba a estar en problemas otra vez,
sellando mi boca y eludiendo mil preguntas
quise volver con ansia al sitio donde empezó todo,
para gritarle a alguien, para que me diera una respuesta,
pero me dormí profundamente sin pensarlo, sin querer,
algo se deshizo, desapareciendo en volutas
a la mañana me encontré con el silencio hermoso,
salí del agujero de azufre que me tenía ya medio muerta.

Los adornos de celebración cuelgan desde ayer,
no da tanto miedo apartar a las celosas abejas
e injerir con orgullo su dulce y trabajada casa,
que tantos cuerpos sacrificados les ha costado,
rompienzo a pequeños mordiscos su pared,
sin dolor, abatimiento o cargos de conciencia,
porque no existía lo que tanto me preocupaba,
era invisible, me ha dejado, se ha marchado.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Reina de Picas

Así que esto es la vida, tal y como la conoces.
Oh, no me gusta la distorisión de tus ojos,
a través de ellos todo es demasiado ridículo,
arráncalos y cambialos por otros como hiciste
con tu hija, tu pequeña hija rodeada de dones,
reina llorona y malhumorada en tu trono,
diosa herida en el portal de éste vacío cielo,
trombosis y odio, todas las cosas que dijiste.

Y tu veneno vuelve a ti como un boomerang,
yo con mis muletas doblo tu estúpido tamaño.
Mis ojos, mis ojos centrados en la telaraña de mentiras,
que has creado para cada miembro del mundo.
Tu rabieta es un chillido de aire sucio e irreal,
eres una estatua deforme a través de los años,
una manzana llena de gusanos, una muñeca muy podrida,
olor fétido de ira que despiden todos esos odios.

El pie y la bota se alzan para luego aplastar tu morro,
ése morro de perro sucio y malherido que te satisface.
Y alguien enfundado en gris no puede parar y te sonríe.
¿Qué se siente siendo ignorante, pero teniéndolo todo?
Él está manejándote con su bola de oráculo tus hilos de títere,
enrollada en ti misma como un hilo fino sobre el carrete.
Entonces dices: "Soy un pequeño fénix, no me preocupo"
Pero tu gran dios es un pulmón sangrante realizado con lacre,
yo tengo un fuego que purifica y que ya no se extingue.

¿Por qué adentrarme más allá de lo que puedo leer?
Puedo lanzar ése anzuelo y ponerte a ti como cebo,
o puedo poner tu capricho y que lo mastiques con dolor.
En tu tiovivo infantil no se puede leer un "The End"
y esa sombra me indica que sólo estás durmiendo,
en la cuna del mausoleo en la que tu sensatez está hoy.

martes, 25 de noviembre de 2008

Déspota

Sonríes como un gato siamés,
como si todos te debiéramos algo;
Tus puños nos imponen poder
y si desobedecemos usará el látigo.

Cambias una máscara por otra,
pero tenemos grabado a fuego tu discurso
¿Acaso sabes cuánto de odian?
Yo quisiera quemarte. Te odio y mucho.

Tormenta en el mar

Se han desenvainado las espadas
y alguien empieza a sangrar en el acto;
Me gustaría explicarte qué pasa
y porqué nos cortamos de antemano.

Las olas se oyen ausentes de fondo,
sin tener ya nada que ver con esto.
Puedo mostrarte el horros a trozos,
pero eres un ignorante por completo.

Sigo sin entender nada
y ahora me siento muy cerca del mar,
éste se halla en mi cara,
si lo ves ¿Para qué te lo voy a explicar?

Aunque no yo quiero me tiembla el pulso
¡y eso que muchos dirían que no tengo!
Nunca he sido demasiado firme;
Soy impura ante ése foco de interrogatorio
que me ensucia todos estos sentimientos.
Mi voz se mueve ¡QUÉ CRIMEN!
Creo que mi extinción es algo obligatorio.

jueves, 20 de noviembre de 2008

No más milagros

No más milagros por hoy, por favor,
te lo estoy suplicando de muchas maneras.
Hoy no voy a poder hablar con Dios,
en esa guillotina está tu maravillosa cabeza.

Esa columna miente a mi párpado pesado,
las rosas que me consigues siguen oliendo,
desprendiendo ése perfume semi-aislante,
colgadas, casi negras, colgadas boca abajo.

Y en ése cielo que ves van a estar esperando
estos dioses de cejas tensas y aire sonrojado;
Van a juzgarte, con su clara vara de cristal
y sus sonrisas tan frías como la Era Glacial.

Vuelves a casa, es una postal de cumpleaños,
todo es en tonos de color sepia y tan extraño.
Camino de tierra, en el portal hay ancianos
y un secreto tembloroso entre tus manos.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Free Tickets

Y aunque me sangran los oídos
prefiero el dolor antes que oíros.
Siempre he pensado
que soy mejor con auriculares,
sin nada que me llegue
o nadie a quien poder ladrarle.

Gracias por robarme la garganta
y decir subliminalmente:
"Pequeña idiota, largo ya de casa"
entonces es cuando digo:
"Oh dios ¿He aguantado tanto tiempo"
decís que yo no valgo o sólo que miento,
pero no sabéis hacer absolutamente nada
cuando alguien [yo] os deja sin argumentos,
sólo dáis órdenes sin sentido
hasta que os quedáis secamente sin aliento
y es entonces cuando me digo:
"Me siento como un aborto",
nadie da ningún motivo,
nadie se atrevé a preguntar "¿Qué?",
sólo dicen: "Esto es ridículo"
y respondo con mucho pesar: "Lo sé".

Me cruzo a mi misma,
nada me proteje,
pero todo me subestima.
Me encantaría poder decir "Imposible"
y tener la libertad de sentir mis huesos
y reír diciendo señalándoos: "Os lo dije"
pero sólo me quedan unos pocos libros
y un mal despertar de sobra conocido.

Las gotas suenan demasiado fuerte,
te vuelves a preguntar por qué existes
e incluso quien o que cosa rara eres,
crees que tendrás la solución,
pero sólo te han dado mentiras
y una bonita y lujosa prisión.
Puedes gastar todo tu dinero
hasta que te quedes en cero,
aunque eso también me arrastra a mí,
tu generosidad es bien conocida por aquí.

Dije de hablar un poco,
pero me tratásteis como un monstruo,
recordé demasiado bien que nadie debería
dar gracias por no ser ofendido.
Como, me callo, obedezco y soy inexpresiva,
y quizás lo más ridículo y divertido,
es que por ello aún tengo que estar agradecida.

Parca

De repente, notas algo tras tu nuca,
no te mueves, sientes sus afilados dedos,
nena, lo sabías, era ahora o nunca,
sí, a todos nos tocará echarte de menos.

Sientes el terciopelo negro en tu mejilla,
Tejido por arañas muertas,
Todo se nubla y ralentiza
cuando te colocan en los ojos dos monedas.

Su mano es fría y de marfil,
Viste arriba un destello.
Ella ha venido a por ti
Y va a llevarte muy lejos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

En el jardín de los ricos

Y aquí, simplemente, el tiempo pasa lento,
el invierno se adentra saludando con su mano
llena de dedos sólidos y fríos de carámbano.
Mis tendones y fibras recuperan su lado malo.

¡Ahí se ve! ¡Oh, cómo anochece!
Algo en tu bolso azul y verde
El endiosado se ha ido,
junto a los impulsos indoloros,
impulsos de eterno silencio.

Estos estigmas están contigo desde principio de año,
son perfectos círculos, volcanes en erupción encarnados,
la pintura que usarás para colorear éste gris lienzo.
¡El eco, oh, el eco! Sólo con él recibes un "Te quiero"

Las flores se inclinan sumisas a tu paso,
¡On, jardín de ricos, jardín de ricos!
Observando desde la caseta de esclavos
los pétalos pudriéndose de antemano.

Tapiz incompleto

"Al menos esto acabará bien",
dices desafiante a alguien que no te oye.
Tocas con tu mano la urdimbre,
tendrá un día más, podrá tener otra noche.

Oh, deberías haberla respetado algo.
Sí, le amas, pero él es un cerdo dorado
o eso dice su bello anillo de casado.
Y en tu vientre: un regalo, un regalo.

Ése zapato se tiró a la basura,
la botella está ya medio vacía,
medio llena para ti, de ti, cierto.
Pero la herida supura y supura,
tus cartas escritas se envían,
compraste algo: un nuevo zapato.

Ha sido el invierno más crudo en años,
los juguetes esparcidos por el suelo
y tus musas se convierten en banshees,
llorando, llorando se te aparece Aibhill.

Y ¿Quién pagará todas esas facturas?
Estás creando algo bastante grande ¿Sabes?
Pero no te ayudan Perseo con Medusa;
Me hubiera gustado decir: "No te marches".

Sin apenas conocerte

No estoy suplicando por algo dulce,
en verdad no me hace falta.
Busco todas esas palabras crueles,
que, viniendo,ya no tardan.

El ambiente amargo me sienta bien,
sufrir hace que me dimensione en esto.
Vuelven todos los gestos de ayer,
esos gritos y paradas fuertes en seco.
Muy a menudo me pregunto quien
me mirará a los ojos sin hallar miedo.

Puedo leerte mil veces seguidas
intentando absorber tus maneras.
Puedo intentar estar en tu cabeza,
pero, en ocasiones, somos algo distintas
y a veces, terriblemente parecidas.
Creo que una vez, hace mucho, viví tu vida,
acurrucada bajo esa suela negra,
intentando ser normal, ser sólo "Esa chica".

Cuando el felino se libera

Ha vuelto a ocurrir.
Cada cierto tiempo se escapa el animal de su jaula;
Hay algo que le escuece, parece algo que se infecta.
Llega, como un tsunami.
Sus uñas con corchos luchan con fiereza y se escapan,
el instinto, su rincón inaccesible; su sagrada Biblia.

Y los demonios comienzan a actuar,
los arcángeles oscuros baten ahora sus alas.
¿Se está acercando el Juicio Final?
Bajo el Napal, aprende a entrar en Nirvana.

Has abierto el sobre que no era para ti,
gritando por palabras inocentes que no te pertenecen.
¡Es estupido que por nada te pongas así!
Lanzando esos cuchillos afilados que tanto me hieren.

martes, 11 de noviembre de 2008

Espectadores del silencio dulce

La habitación inglesa me mira asustada;
No,me importan las flores sobre la cama,
gastando en un jarrón su pobre vida sesgada
¿Dónde no nos caeremos?
Todos tienen una araña tejiendo obsesionada,
yaciendo en su cerebro.

Espectadores del silencio dulce,
asustados por mis ojos sombríos.
En mi boca hay un atasco de gritos,
maldito sea el ayer esta noche.

Trataste de hacerme ver el futuro,
o esa fue tu intención:
"La vida,no es un eterno suicidio,
es más bien una bendición.
Mira todos esos días suaves,
viniendo con grandes planes"
Adorable y amargamente dije:

Espectadores del silencio dulce,
asustados por mis ojos sombríos.
En mi boca hay un atasco de gritos,
maldito sea el ayer esta noche.

Espectadores del silencio dulce,
asustados por mis ojos sombríos.
En mi boca hay un atasco de gritos,
maldito sea el ayer esta noche.

Tú debes permanecer. Trabajamos para poder decir:
Tú debes permanecer. Trabajamos para poder decir:
Tú debes permanecer. Trabajamos para poder decir:
Tú debes permanecer.Porque no hay sitio al que ir.

domingo, 9 de noviembre de 2008

No lo voy a pensar

Quizás nunca lo hables,
pero sé que lo pensarás.
Es inútil seguir dándole
otras mil vueltas más.

Nunca nos esforzamos para que esto saliera mejor,
sabía que sería un fracaso, pero sinceramente yo
no lo voy a pensar más por hoy.

Probablemente lloraste demasiado ayer
profundas lágrimas que no se ven.
Es ofensivo que seas aún tan inocente,
pero esto nunca ha sido un crimen.

Y puede que algún día nos crucemos tal vez
y trates de cambiar mi mente también,
pero no sabrás que me he tatuado una frase:
"No lo pienso más, por hoy está bien"

Has atravesado con furia mi puerta,
la puerta chirriante de mi corazón,
te di éste pero tú querías mi alma.
Ya encontrarás a otra como yo.

Desde la noche hasta el mismo amanecer,
me abrazo las rodillas y con mis uñas sin querer
recorro los trazos que me hicieron como soy.
No lo voy a pensar más por hoy.

Sólo quise decir que estoy mal,
sólo con esto lo puedes ver.
Con el adiós puedes disfrutar,
pero sólo por eso no lo diré.

Óxido

Te vi cómo subías a aquel autobús,
recé para que fuera otra, pero eras tú.
Con el tiempo te devolví el pequeño hachazo
y fue la primera vez que nos decepcionamos.

Re-hurtaste mi virginidad como una caja de Pandora,
la he perdido muchas veces: la primera con una revista,
la segunda con alguien que quise una vez, la tercera
y el resto se malgasta cuando me miras de forma acusadora.

Dije: “Me voy, no me eches de menos”
Mientras de fondo sonaba la melodía
de nuestra canción, una de John Lennon.

Yo me marchaba en automóvil de nuevo,
me iba a una prisión, muy, muy lejos.
Me esperaba mi uniforme militar,
colgado de la cama de algún hospital.

Bajé de allí y escapé muy lejos,
hasta que se deshicieran mis huesos,
hasta que me olvidara de todo esto,
corrí tanto que dejé atrás sentimientos.

Nunca nadie podrá reunirme íntegramente,
ya no soy puro, me perdí en un desliz.
No soy perfecto, pertenezco a la gente,
esa masa amorfa, putrefacta y gris.

Muchas veces me prostituí por cultura,
mi cuerpo flotaba y la anorexia era nula.
Rascaba como un gato, callaba como un muerto,
sí, yo era mejor siendo mudo, estando cosido.

Hay pétalos de amapola en mi brazo,
lo recorren suavemente y se deslizan
dotando todo esto de perfectos trazos,
que van de aquí a allí, a la deriva.

Tengo que decirte que he cambiado,
no te pertenezco y he desaparecido,
aún hoy sigo muy oculto, caminando;
nadie tiene nada que ver ya conmigo.

Huesos de cristal

Estás ahí sentado sin poder moverte,
con tu pequeña pierna con escayola,
sólamente con un soplido te rompes.
A tu alrededor: minas anti-persona.

Deberían tenerte en una cúpula,
con los mejores cuidados y atenciones.
Pero no, te tienen en esta jaula,
rodeado de una gran manada de leones.

Y sientes miedo. Él también lo tiene.
No quiere que nadie te rompa nada más,
el mecánico-médico parece que no viene,
tú aprietas los dientes para no gritar.

¿Cuántos meses quedan para terminar?
Sólo llevas ahí una semana
y te ha parecido una brutal eternidad.
Tú y tu gris silla de ruedas;
Figurita pequeña con huesos de cristal.

Pensando

Cuando vuelvas, dímelo,
para que yo no llegue demasiado tarde.
Éste ambiente es fiero,
el huracán viene diciendo "jaque mate".

No queda nada de ése bebé puro,
nada de la cosecha helada de Marzo.
Esta misma tarde me he muerto
y a los tres segundos he resucitado.

Encuentro tu sonrisa entre una alambrada
de espinas que al apartarlas me pinchan.
¿Por qué es hiriente poder encontrarla?
Es como si me arrancaran la piel a tiras.

Y me quedé ahí parada, viendo cómo te ibas,
creo que la Tierra me tragó en ése instante.
El Infierno, más bien, pues entre lágrimas
envenenadas caminé por un sendero llameante.

Mis párpados retienen demasiada oscuridad,
me pregunto si los tuyos también lo hacen.
Falta un día para el aniversario ¿Verdad?
Me lo ha recordado hoy una carta de poker.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Ofendida

No tienes corazón y finges que lo sabes,
pero, en realidad, no tienes ni idea ¿Verdad?
¿Te has preguntado si te quiere alguien?
Creo que no; tu corte es tremendamente falsa,
muestras al mundo que nada se resuelve,
ellos dejan un rastro de baba por donde pasas.

Te retorcí el pescuezo como a un ave,
cisne negro que se ofende tan fácilmente.
Y yo solamente dije las palabras clave,
tu precioso desierto sigue extendiéndose.
Tú y tus perros, tus inútiles perros fieles,
rabieta de bebé incompetente, lo sé, lo sé.

Tu alma es un colador con agujeros grandes,
estática, llena de monóxido que envenena,
¡Ponzoñoso, inconsciente: es tu horizonte!
Es un milagro que todavía respires, nena.
Y te mereces toda esa decepción que tienes
Por las mentiras inventadas en tus córneas.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Destrucción interna masiva

¿Podría mentirte? Dime ¿Podría hablarte en serio?
Hay días que dejaría descolgado mi propio teléfono
para escuchar el placentero ruido mientras comunica,
sonando como el pitido de los aparatos de hospital,
eso objetos que marcan si aún estás del lado de la vida.
Mi teléfono, mis latidos y mi cabeza podrían colgarse,
todos de la misma rama o de un aparato cortante.

La tiza en el patio de recreo sobre el suelo marrón;
Hay algo muy atractivo en esa permanente quietud,
como una amenaza de bomba, suelo pensar yo.
Y esa figura oscura, ése perchero es un tema tabú.
Espero acurrudaca, acurrucada en éste mohoso ríncón
no se ve casi nada, sólo las píldoras y un rayo de luz.

Paredes punzantes, cemento punzante como un carámbano,
¿Frío? No, fría estoy yo, yo soy el centro de éste clima
¿Ego? No, ésa es la escasez que me sobra. Pañuelo y formol.
Encuentro tan lejano el principio, suelo repleto de espinas.

El primer paso es tan único. Siempre puedes equivocarte.
Puedes sonreír y fingir que después serás una niña buena,
pero pensando adentro cuando lo volverás intentar otra vez.
Algo brilla dentro de todo esto, algo afilado en la guantera.
Tubos de pástico, hilos de marioneta, en el suelo donde yaces.

Fuego

Te marchas, como una intensa migraña,
sabía que debía dejarte ir de todos modos.
Sabía también que éste momento vendría,
torbellino que revuelves hoy mis entrañas,
un fuego encendido sólo y sólo por nosotros,
tan cerca de él alguna vez nos quemaría.

Y yo miro hacia el cielo,
buscando algo de tranqulidad,
absolutamente nada está quieto.
No hay paz ni divinidad.

Tratada como una máquina de fábrica,
a mi alrededor protestan quienes me usan,
pidiendo cosas que no llegarán a nada:
la parte de mi integridad que se usurpa.

Alguien quiere estar sobre mi piel,
pero procuro mudarla como la serpientes.
No, no te gustaría estar en mi ayer,
con todos esos gestos y palabras hirientes.

Ellos simplemente se van,
como el día con la noche.
Hay algo en mi forma de hablar,
algo en mis maneras de pobre.

Puedes mirarme con tus esferas de oráculo
y guardar toda la información en tu guarida.
Algo me estrangula, como unos tentáculos,
me pregunto a veces si hay alguna salida.

Y yo miro hacia el cielo,
buscando algo de tranqulidad.

Mis sentidos estás ciegos
rodeados de terrible vacuidad.

jueves, 23 de octubre de 2008

Cuatro Piedras

Me gustaría explicarte qué me está ocurriendo,
pero ni yo misma lo sé.
Intento distinguir algo más en mi cabeza,
pero sólo logro hallar miedo.
Se ríen una y otra vez,
para mí no hay cosa más molesta que esa.

Me duele la vida como si tratasen de arrancarla;
aguanto durante horas muy inmóvil,
nunca ha podido salir de mí llanto o queja.
¿Quiénes sois para hacer del sufrimiento mofa?

Hoy y siempre me siento como una extraña,
nunca tuve el Don de Lenguas y no sé su idioma;
Mis palabras son las de una forastera
y lo que me impide hablar ahora ya no importa.

Bailarina

Fui una bailarina, lo recuerdo cuando algo me duele.
Era elástica como la goma, muy ligera e inocente.
Hacía ejercicios con los pies descalzos, podía caminar en el aire,
Subida en un brillante tiovivo, interpretando yo sola algún baile.

Había una melodía en mi cabeza, como sacada de Polonia;
Mis tobillos se vencían demasiado a menudo,
era una muñeca prácticamente rota, toda enfundada en rosa
¡Qué gran desconocido era entonces el mundo!

Las señoritas esbeltas estiraban sus piernas entre llantos,
“No las miréis, es todo mentira” nos mintió la instructora,
¡Pero sus lloros se oían como música al pie del viejo teatro!
No eran actrices, eran sólo niñas. Yo lo sabía de sobra.

Me gustaban las piruetas sin sentido,
creer que sería alguien en el futuro;
Hubo un simulacro horrible de gritos,
me dolía todo. Esto no daría frutos.

Se baja el telón: La función se había terminado.
No era elástica, era una muñeca de trapo,
rellena de legumbres de las que saldrían gusanos.
Era perder o perder: el mismo resultado.
Hoy soy una bailarina libre y continúo bailando.

jueves, 16 de octubre de 2008

Pegajoso

El invierno se disuelve poco a poco entre mis dedos,
la magia se escapa y dudo que alguna vez la hubiera.
Ella me mira y se ríe...Desea que estemos todos muertos;
Se pasa la uña entorno a la tráquea, bonitas sus maneras.

Martillo que tallas a cada una de mis imperfectas vértebras,
aún no entiendo porqué continúo y resisto por todo esto.
La firma en un club, en una actitud totalmente estúpida,
ellos con sus sueños son diferentes, mejores al resto.
Y tú, con tu perfecta bota, con tus zarpas de negra pantera,
me aplastas pintando con mis putrefactas entrañas el suelo.

Y ¿Qué puedo decirte sobre el lugar del que provengo?
La fatalidad supura en cada herida malamente curada,
como una gangrena actúa la incultura y el aburrimiento,
naciendo con almas puras para que sean desvirgadas.

Y ella sigue ahí, meciéndose, teniendo entre brazos a su bebé desmembrado.
No hay nadie a quien pueda echar la culpa, ningún número en estos dados.
¿Recuerdas cuando era tan preciosa que podía cegaros con su brillo innato?
Pero hay algo que no encaja bien, hay gusanos y no golosinas en el saco.

Nadie conoce a nadie

La cámara fotográfica te plasma sin que lo sepas,
no hay ninguna sonrisa, sólo una mirada al vacío.
Quieres arrojarte, chillar y despedirte, de veras,
Pero no hay nada en éste estado comatoso seguro.

Nadie conoce a nadie y todos somos despreciados.
Puedes intentar usar todos los cañones que quieras,
quedarte ahí parado, pálido y siseando algo raro,
pero desde arriba alguien ciego ha soltado a las fieras.
Te falta el oxígeno junto a esos adornos de felicidad,
tu perro negro no va a venir a salvarte esta vez.
Hay algo especial en la forma extraña en que te cierras
un chispazo repentino, un silencio cubierto de Zen.

El grifo sigue goteando como tu nariz en blanco,
no puedes cambiar nada estando tumbado en tu cama,
¡El goteo de la tortura china sobre tu cerebro!
Hoy nadie conoce a nadie, nadie te puede decir ya nada.
Oh, pero las sonrisas pueden volverte tan débil,
que quizas esta mañana no les quieras ni mirar,
tu piel brillante con un tono de sudor semi-febril,
piel de cebra, pelaje bello de cebra en su totalidad.

Nos arriesgamos y titubeamos desde el principio,
no hay ningún brazo que recoja nuestra espalda.
Y nadie conoce a nadie, mantra por mil, me repito.
Nadie conoce a nadie, nadie conocerá ya nada.

miércoles, 15 de octubre de 2008

8 Ojos

Sé que voy a explotar,
sé que aparecerás en cualquier momento;
sé que puedo estallar,
la ansiedad es libertad dentro de todo esto.

Miro el reloj y no sé si está atrasado,
como cada uno de mis inútiles movimientos,
como cada uno de todos mis aliados.
Estoy tranquila y es entonces cuando miento.

Estoy pegada a esta enorme y pegajosa telaraña,
yo sola me he encerrado en éste sitio.
No puedo moverme, en verdad, no puedo hacer nada,
oh, sólo esperar a mi arácnido amigo.
Intenté eliminarte como a una molesta migraña,
ahora me pregunto si te habrás ido.
Tal vez lo sepa hoy, tal vez no pase de mañana.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Pedazos

¿Veis a esa, la del cabello largo?
¿la que se encuentra tirada en el suelo?
os puedo decir que no ha sido un accidente,
Y sí, he sido yo quien la ha matado.

¡No, no la retiréis! No tengáis prisa,
su alma habita en mí,
como surgiendo de las cenizas.
Por fin puedo mantener la mirada fija
al espejo que me juzga y culpabiliza.

Pierdes todo tu poder; yo gano autoestima.
Pierdes tu función; yo logro hallar belleza.
Pedazos rotos de espejo; mis huesos no son tiza.

Yendo

¿Has podido alguna vez existir
En el mismo centro del infierno,
Con un tormentoso río de fuego
Que avanza directamente hacia ti?
Nadie puede decirme qué se espera de mí.

Hay un lugar onírico y lejano
Y en él una bonita razón.
Parece que el cielo allí es claro,
Pienso que ir sería lo mejor.

No sé mirar mi cuerpo
Sin tener que mirarlos a ellos:
Brillantes ojos rojos
Que aparecen en días negros.

Pequeños estigmas y tatuajes
Llegados en un momento de pausa,
Me juzgan medio dolientes,
Ya que aparecieron por una causa.

Mal

¿Hay algo más seguro que el vientre materno?
Pequeño bunker de agua que protegerás a un futuro señor.
Lástima que tu tiempo ahí dentro no sea eterno,
Lástima que tu destino sea el del amo supremo del horror.

Tu cuerpo todavía amorfo se une por un cable al mundo,
“No quiero tenerlo” dice una voz asustada en off.
Aún no posees boca, eres pequeño y totalmente mudo,
Pero algún cuando pronuncies órdenes provocarás pavor.

¿Fue culpa de tu mente trastornada?
¿Fue culpa de Dios?
Deberían haber impedido tu llegada,
Pero el miedo a pecar decidió por los dos.

En un bunker comenzaste y como viniste todo terminó,
Deberían haberte impedido en vez de expulsarte,
Pero el odio siempre ha sido más fuerte que el amor
Y contigo, pequeño demonio rosado, llegaría el terror…

Despedida

Has sucumbido a la depresión,
hace mucho tiempo que no vives
y nunca antes te sentiste libre,
todo esto era bastante triste.

Has sucumbido a la depresión,
me has dejado sin salidas,
con tantas excusas invertidas
no puedo creer que lo hayas hecho.

Te lo dije millones de veces, ¿Verdad?
Respondiste: "Todo está mal"
Recuerda: lo hice por ti.
Lo intenté millones de veces, ¿Verdad?
Insistías: "No quiero hablar"
Herida, pero seguí.

Sólo olvido lo difícil que era...

No sucumbir a la depresión.
Traté de agradarte,
el colapso vino de repente,
mientras mirábamos a lo lejos.

Has sucumbido a la depresión
¿Hasta cuándo no serás libre?
No hay nada que te alivie
menos la atrasada conquista.

A través del tiempo ¿Verdad?
Traté de hacerte razonar,
recuerda: yo no soy tú.
Hablé, me jodí y lloré ¿Verdad?

Y sólo podías sangrar,
de muchas formas te perdí.
Te hablé de nosotros ¿Verdad?
No hubo respuesta sin más,
me duele que no estés aquí.

Te lo expliqué millones de veces, en realidad,
No puedo hablar, reir o soñar,
olvidaba que tu sonrisa fue siempre de verdad.
Y no puedo olvidar lo que te perdiste...

Skadi

Sí, no es invierno, pero hace frío.
La fuente me devuelve la mirada
y el rostro mostrado no es el mío.
Se están alargando las mañanas.

¿Quién eres? Te asemejas a un ángel.
Sobran esas inútiles palabras,
eres la locura que viene a matarme.
Aquí tienes mi almohada:
Ya puedes empezar a asfixiarme.

Manos pegajosas; Regalo de bodas,
el olor fétido que sube por tu cama.
Insomnio, cansancio para el sueño,
dos mil palabras en un solo momento.

No estaba preparada, nadie lo estaba.
¡Ellas son coquetas y tan hermosas!
Un camino, mil carteles: encrucijada.
Te frotas los ojos. Tu mirada tediosa…
Todos se cansan, sí, todos se cansan.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Sesenta y tres

Cuando dicen que vas a ser mi marido
Yo sólo pienso en huir.
Dicen que somos tan perfectos,
Pero yo no lo veo así.

Hablas de tener un perrito blanco,
Un porche y un coche que conducir,
Yo ni siquiera puedo cogerte de la mano,
¿De verdad piensas que querré vivir así?

No quiero que ése velo se convierta en una mortaja
O pensar que seguimos viviendo en el sesenta y tres,
No quiero niños, limpieza, paseos y una hipoteca.
Si ansías mi felicidad cuando dices que me amas
Deberías comprobar que no quiero eso ¿No crees?

Tienes un par de chicas que te adoran, quizás mil,
Deberías estar con ellas o al menos intentarlo,
No sé cómo me amas, sólo te quise cuando te conocí,
Pero, pasado el tiempo, lo que siento se ha esfumado.

Todos los enamorados luchan juntos,
Pero creo que tú no entiendes nada,
Prefiero poner entre nosotros un muro.
Perdóname si digo las cosas tan claras.

Alguien dijo que esa era mi voluntad
Estar atada a un destino indeseado,
Que ya no me puedo echar atrás,
Que las alianzas se han forjado.

No quiero que ése velo se convierta en una mortaja
O pensar que seguimos viviendo en el sesenta y tres,
No quiero niños, limpieza, paseos y una hipoteca.
Si ansías mi felicidad cuando dices que me amas
Deberías comprobar que no quiero eso ¿No crees?

Me gustaría ver mucho mundo,
Disfrutar de una juventud relajada,
Pero eso no durará mucho,
Si me obligan a estar casada.

No, creo que no te necesito,
(Creemos que ella no te necesita)
En mi corazón no hay más sitio
(Excepto para ella misma).
No voy a poder quererte mucho más,
Tengo ya hecha mi maleta
Y en ése avión se encuentra mi libertad.

No quiero que ése velo se convierta en una mortaja
O pensar que seguimos viviendo en el sesenta y tres,
No quiero niños, limpieza, paseos y una hipoteca.
Si ansías mi felicidad cuando dices que me amas
Deberías comprobar que no quiero eso ¿No crees?

viernes, 19 de septiembre de 2008

Veneno

Espero por algo que me eche una mano,
la codicia y las supersticiones no son en vano,
la desintegración llega siempre al rato
en el que veo que hay un espíritu y ningún sentimiento.

¿Te asusta que todo vaya rápido y rápido?
Mejor quédate en la sombra si escondes algo.
Choques de coches, bocas cosidas: espectacular.
Hay sentimientos que todos deberíamos ocultar.

Os conocí y me conocísteis, todo divertido,
Me observáis, os observo: no somos amigos.
¿Quién se jode y quien juega con el otro?
Todo buen sentimiento común se hunde en el lodo.

No me canso de llamaros leprosos,
los placeres os hacen despedazaros,
dadme un minuto libre ¿Bien?
Quiero quedarme a ver cómo desaparecéis.

Y aún así veís ojos asustados
a través del tiempo y personas en el asfalto
os importa bien poco, os habéis salvado,
espero que os esfuméis como ellos se han esfumado.

Como un animal enjaulado

Mirad hacia atrás, ahí hay un interesante plan:
Un animal indefenso encerrado en una jaula,
Rompen sus huesos para ganarse el pan,
No les importa que se encuentre totalmente mal,
Él es sólo un animal, sólo un jodido animal.

Y cuando toma algo para la recuperación
Alguien en quien confía llega rápido e indoloro
Y le dice: “Lo haces para llamar la atención”,
Le gustaría explicarle las horas de desesperación,
Volcando la cabeza y la depresión en el inodoro,
Pero sabe que nunca entenderá cualquier explicación.

Bien, ninguna patada te ha hecho tanto daño como ésta,
Te preguntas si es consciente de lo mucho que te molesta,
Pero dijo que eras un niño pequeño con luces de neon,
Cuando en realidad eres el claro ejemplo de la putrefacción.

Se ha parado la sanidad, se ha parado toda vuestra fiesta,
Tu boca saborea el veneno en tu copa, te ha llamado masoquista,
Notas que finaliza la agonía sentimental de tu corazón,
No tienes ganas de sonreírle, ni de volver a aceptar el amor,
Eres un animal de zoológico, dicen, fuera de cualquier control.
Y cuando toma algo para la recuperación
Alguien en quien confía llega rápido e indoloro

Y le dice: “Lo haces para llamar la atención”,
Le gustaría explicarle las horas de desesperación,
Volcando la cabeza y la depresión en el inodoro,
Pero sabe que nunca entenderá cualquier explicación.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Ella

¿Quién es esa que te mira fijamente?
Tiene un extraño rictus facial,
Entre la sonrisa y la demencia;
¡Ordénale que baje los ojos inmediatamente!
Sus cuencas te afectan como una era glacial.
Deberías marcharte antes de que esté más cerca.

La conociste una vez, pero no recuerdas
Esa piel de tacto áspero y tono cetrino,
tampoco esa doble expresión en su cara,
como si cambiara de humor mediante chispazos.
Poco a poco, místicamente, se te acerca,
su voz es un enjambre de abejas establecido en tu tímpano,
¡Ése zumbido constante de gritos! ¿Por qué no para?
Camina hacia ti como una vez caminó Lázaro.

Tiene un aura oscura que le rodea,
como si al morir su espíritu se hubiera quedado atascado.
Tiene un lóbrego eco en su diálogo,
como si lo que una vez fue la secundara.
¡La habéis resucitado demasiado pronto!
Crees que hay bondad en su apariencia,
Su faz templada es similar a la de ése ser que una vez fue amado
Su venganza va directa hacia vosotros,
sus intenciones son totalmente claras.

Reza a algún dios y clama por clemencia divina,
quizás alguien te oiga, pero ella está sorda.
Su tambaleo seguro y sus ojeras marcadas,
su boca aún carente de futuros gusanos
te aterran casi hasta llegar a la asfixia,
no puedes escapar de ninguna forma.
Notas en tu cuello sus uñas putrefactas.
Ella te condena, te abraza y hará que
también tu cuerpo sea resucitado de antemano.

Antídoto

No, hoy ya no me sirves,
no eres ni cura, remedio, ni protección,
hoy soy totalmente inmune
a los efectos de la guerra sin explicación.

No me acoges entre tus brazos,
mi ira se alimenta sin ayuda alguna
con el aleteo de mis pedazos
deformados en una causa injusta.

Las garras se salen de su sitio,
no hay cura, sólo hay alivio,
inyectado ante en acero divino,
mezclado con un fuego fatuo.

El agua tapa los lamentos desbordados,
de una boca que teme ser oída y juzgada.
Algo entremezclado con el jabón echado,
una excusa pobre y poco trabajada.

Hoy no me vales, estás fuera de servicio.
No me importa tu efecto anestésico.
Al atardecer un día completamente distinto.
Me quedo con mis rasgos arsénicos.

Herencia

Cuando la lluvia se mece en tu colchón,
sabes que llega la hora de la huida y del adiós.
De nuevo, otro viejo y desgastado adiós.
Y si te cansas, dímelo,
y si cambio algo, dímelo
Sabes que voy a peor….

Tenía miedo, estabas inquieto,
tú no, tú no, tú no podías cambiar esto.
Fui una sombra en todo momento,
quiero gobernar hasta que todo esté sangriento.

Tenía temblores, se oían tambores,
me duele, me duele, me duele horrores.
Mi invención fue como un abuso a menores,
necesito algo que evite todos esos dolores.

Déjalo, ayúdame.
Si cambio, insisto, dímelo.
Y entonces el ayer
es tan distinto. Mi futuro
está en ése tren.
Te sientes sólo,
pero eres un hombro
para alguien que tiene fe.

Cuando la lluvia se mece en mi colchón,
sabes que con un tiro puedo remediarlo todo.
Yo en cambio, no soy la feliz que se conoció.

Déjalo, ayúdame.
Si cambio, insisto, dímelo.
Y entonces llega el ayer
es tan distinto. Mi futuro
está en ése tren.
Te sientes sólo,
pero eres un hombro
para alguien que tiene fe.

Había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos.


Déjalo, ayúdame.
Si cambio, insisto, dímelo.
Y entonces el ayer
es tan distinto. Mi futuro
está en ése tren.
Te sientes sólo,
pero eres un hombro
para alguien que tiene fe.

Siento que me rompo a cada minuto que pasa,
tendría que haber dejado fuera la parte afilada,
arrepintiéndome de mi propia guerra tribal,
crónica, horrible, deslenguada y desgarrada,
contra mi yo situado en el centro de la diana.

¿Puedes llorar esta noche? Yo no.
Estoy intentándolo, pero no es mi credo,
te aseguro que lo intento y me esfuerzo,
pero estoy sirviendo a mis miedos,
quiero significar algo para el resto del mundo,
sin tener que contar con ésta mano temblorosa,
quiero agradar a todos y cada uno al unísono,
sin lloros, sin bajar la cabeza, sin sorpresas.

¿No es tan difícil, verdad? Dice una voz
en mi cabeza, que me taladra sin parar.
Quiero ser mesiánica, mi propio dios,
pero para eso tendré que mirarme a los ojos,
reflexionar y aceptarme sin tener que arañar
la corteza señalada convertida en despojos.

Había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos,
había algo en esos ojos.

martes, 9 de septiembre de 2008

Relojero

Naciste en un pequeño pueblo
en donde mis escasos recuerdos
se vuelven de color sepia.
De los varones eras el pequeño,
siempre predilecto y cuidado
por una muralla de hermanas.

A los dieciséis las cosas se pusieron feas,
tu padre fue traicionado por los que protegió;
con esparto en los pies tuviste que irte a la guerra,
y por tu ingenio y chispa ni una bala te alcanzó.
Al terminar toda la batalla caminaste de vuelta,
pasaste un tiempo en un campo de concentración;
como erais muy niños os dejaron marchar.
Sólo querías volver a casa para reparar el dolor.

Mandaste postales desde Alemania
a alguien de la generación anterior;
Son para una niña que te adora.
Estuviste trabajando en Francia,
dejando atrás una mala situación.
Ella te espera, alguien que no soy yo.

Volviste a tu país sin hablar otro idioma,
aún hoy las cartas le llegan a tu viuda,
recontando tu pensión por horas trabajadas
de otro lugar fuera, otra vida con otra cara.

Tenías tu taller, con una gran mesa de madera,
era inmensa ¿O era yo demasiado pequeña?
Olía a aceite, grasa y allá donde miraras había piezas;
Recuerdo el tatuaje en tu brazo, qué extraño era;
Recuerdo tu voz ¿O es mi mente que la inventa?
No, ella es demasiado real y humana para no ser cierta.

Hubo muchos días caminando en la playa.
El sitio que hoy para mí no es más que una balsa
escondió miles de misterios envueltos en sonidos.
La sombra protectora, el olor a mar y fruta,
están grabados en mí con excesiva dulzura.
Estábamos todos, uno a uno, éramos muchos niños,
pero yo era diferente, la pequeña de tu pequeña,
diminuta y delgada; en el hielo había algo que no me gustaba,
pero me observaste durante horas con mucho cariño,
supiste que necesitaba algo suave que no me dañara,
algo que fuera como un juego y no un sacrificio.

Sinceramente, pienso en ti muy a menudo,
sólo he podido hablar de esto con una persona
y cada vez que lo hago me sobreviene un nudo
que enrojece mis ojos y presiona mi garganta.


Siempre me he preguntado cómo fue para ti vivir en ése mundo
de sonidos, sin luz, sin destellos, rodeado de tinieblas.
Tu dulzura hizo presencia y tus expresiones habitan en mí.
No puedo seguir cuando lo horrible empaña todo lo bello en oscuro,
no soporto cuando la lente y las anillas se resquebrajan
¿Podré arreglarlo? Dímelo ¿Podré arreglarlo sin ti?

sábado, 30 de agosto de 2008

Azul y verde


La vida se divide ahora en azul y verde

¿Por qué? No sabría darte una verdadera razón;
Quizás estás falta de movimiento, quizás es verte
y sentir que un anzuelo te corta la boca con presión
cada vez que intentas abrirla para decir algo suave,
cuando das paso a tu alma y ofreces un modo de salvarte.
Nadie te oye...Hay una melodía con un ritmo un poco feroz.
En el Infierno alguien se está riendo; eres tú, soy yo.

La vida se divide ahora en azul y verde,
es curioso ¿Verdad? Deberías estar satisfecha,
pero según tú, no te sonríe nunca la suerte.
Intentas correr, pero como en sueños vas muy lenta,
más lenta que tu alma, ella te grita "¡Muévete!"
Pero no tienes fuerzas, te quedas anclada a la arena,
¿Arena? Yo diría que es calcio, calcio que cae.

La vida se divide ahora en azul y verde,
vaina de plástico que guardas una mentira,
dos veces al día durante seis meses,
vas a estar muy feliz con toda esa anestesia.
Podrás peinar tu pelo sentada sin preocuparte,
flexionando sin dolor tu cuerpo de plastilina,
¡No importa cuanto dolor capte tu mente!
Lo intentamos puntuales, estamos mintiéndole.

¿Y qué va a pasar mañana con ése agujero?
Sí, es un pozo creado por el gusano verde y azul,
se retuerce, supura y crece sin proponértelo.
Pronto tu cuerpo será transpasado por la luz.
Vas a tomártelo. Es un veneno, es tu veneno.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Vida

Y este es, en definitiva, el final de mi diario;
por todo lo escrito, por todo lo arrancado.
Letras que se apilan como granos de arena,
jaqueca nocturna meciéndose en mi nuca;
bebé que berrea dentro de mi cabeza.

Desde el principio supe que el final existía.
Ahora pasa el tiempo, exterminé a esa niña.
El lápiz podía ser borrado al principio,
pero ya no.
La sangre es la tinta de mi bolígrafo.
Los errores ya no se ocultan.

¿Qué pasa de la trescientos cinco a la trescientos diez?
Es inútil acordarse de todas esas hojas que mutilé.
Fue la semilla de mi odio a escondidas una vez.

Sonrío satisfecha ¿Voy a quemarlo?
Me odio hoy al igual que antaño.
No es moda, no estoy exagerando,
tengo testigos, testigos de papel.
Es curioso, somos unos trescientos cinco,
¿O quizás trescientos diez?

Habitación

La feminidad se refleja en tus horquillas,
puestas en fila una a una sobre la mesa.
Los cables de la lámpara se enredan,
formando extraños tentáculos blancos.
Tu inseguridad se muestra en una caja de pastillas,
junto a pañuelos que secarán lágrimas negras,
ocultas en la noche con el silencio que envenena.
La tarjeta sanitaria es un pase VIP a quirófano.

El calzado desperdigado en el suelo
y cerca un manantial de agua embotellada.
Junto a ti el tigre guardando el hueco
de la entrada a tu celeste e insustancial guarida.

En los asientos no hay nadie,
están plegados contra la pared,
como cuerpos fríos que yacen
en el depósito de cadáveres.

La cuerda de piano estrangula y te mantiene a salvo,
necesitas su presión ardiente en tu garganta,
necesitas esa sordera eventual golpeando en tu tímpano.
No vas a oír absolutamente nada.

Afuera oyes un murmullo creciente
¿Es un camión? ¿Alguien golpeando a (Don) Nadie?
Tu respiración choca con el calor de tu hombro.
El agua cae y gotea ¿O es la sangre de otro?

Las abejas se acercan con su motor encendido,
las chicas juegan a encontrar un buen partido.
Calor soporífero, modorra taquicárdica;
no huele a azufre; no huele a nada.

lunes, 25 de agosto de 2008

Los Carceleros

Los carceleros se pasean
Con sus sonrisas de plástico,
Con su látigo, sus pieles
y sus andares tan huecos
Comprueban que cabeceas,
Utilizan todo tu pánico,
Parecen decir “Nos lo debes”
Y entonces se paran en seco.

Desde muy temprana hora
Puedes oír sus pasos,
Temes tanto la aurora
Que te despiertas temblando.

Agachas la mirada ante el espejo,
La gloria, las sonrisas, la vida
Y todo lo demás, permanece quieto,
Te cuestionas porqué respiras
O porqué no te marchas lejos.

Los carceleros se pasean
Con su porra del miedo,
Con su veneno de serpiente,
Como lobos que jadean
Ante el indefenso ciervo,
Como si lo único urgente
Fuera verte bien muerto.

El tiempo contra los amigos de ninguna parte

Si alguien te sostiene,
El descolorido buen sitio,
La mano diferente
Y la caída del corazón roto
Pueden ser tu fe en otro tiempo.

¿Por qué la sombra se ha refugiado en el muro?
Esta pregunta es imposible…
Estamos haciendo los idiotas en estado puro,
Debajo del cielo tu sonrisa es plausible.

Tus pensamientos están cerca de la Muerte,
Pero no ves que nuestro amor está allí,
Por favor ¿puedes cambiar tu mente?
Y al final dormirás esta noche, sí.

No puedo reemplazarte si decides no existir más,
Caminando en la carretera de la desolación te deshaces,
hay cosas que yo tampoco puedo evitar,

El tiempo contra los amigos de ninguna parte.

Las pastillas del dolor en tu sangre,
La memoria sonríe
Cuando te ve morder el polvo y ardes.
No puede ir peor, lo sé.

Tus pensamientos están cerca de la Muerte
Pero no ves que nuestro amor está allí,
Por favor ¿puedes cambiar tu mente?
Y al final dormirás esta noche, sí.

¿Por qué la sombra se ha refugiado en el muro?
Intentamos entenderlo aunque suene crudo.
¿Por qué la sombra está tan triste?
Intentamos traerte de vuelta a casa.
¿Por qué no puedes oírnos?
Te sientes como una bala perdida sin alma.

El lugar calmado es tan solo
Y tú no sabes lo que eras antes,
Pareces una completa desconocida
Y las frases de Zimmy son un agujero.

Tus pensamientos están cerca de la Muerte
Pero no ves que nuestro amor está allí,
Por favor ¿puedes cambiar tu mente?
Y al final dormirás esta noche, sí.

Pared

Los fotogramas de tu vida se desgastan
a medida que pierdes el tiempo en tu sillón.
Tu lengua debería estar ya despedazada
tras matarla con tanta estúpida maldición.

Se puede decir que ahora mismo te odio,
sí, yo que te defendí durante días de todo/s.
Te desprecio porque me golpeas con dolor,
pagas conmigo todo lo que es para ellos

¿Por qué te enfada mi amabilidad?
Te doy comunicación y gestos de cariño,
pero es mucho más fácil gritar
y hoy alguien saca filo a su cuchillo
¡Lo que has sembrado lo has recogido!

Mereces que todos tus cuervos te arranquen los ojos
de manera lenta. Me agazapo como un animalillo
ante tus gritos, tu voz, tu aliento de fuego y tus truenos.
¡Mis tímpanos van a explotar ante esos rugidos!
No soporto nada de esto, me vence éste ritmo tedioso.

¿Qué te queda, salvo esa bola de cristal?
Farfullas al mundo que aparece dentro de ella,
babeas como un perro de Pavlov como si te dieran comida.
Bueno, pues ellos no te han visto en su vida,
nos denigras por ellos, les darías las gracias si te escupieran,
les llevarías, si pudieses, tu alma en bandeja.

Y es en éste punto en el que empiezo a temblar yo,
mi mente se azota como un huracán que arrastra escombros,
me estigmatizo ante lo sucedido y lo reproduzco.
Es imposible que esto tenga un nombre. Te vas a quedar solo.

No es la primera vez que te escribo, lo haría con sangre,
con sangre si fuera valiente, pero… ¡Un momento!
¡Ya lo he hecho! Tengo un mapa entero en mi mente,
un mapa de líneas oculto en lugar perdido en mi brazo
y otro sobre la rodilla por si algún día vuelve mi fiebre.

Mi fiebre…Me ciega, me nubla las pupilas,
me anestesia enmascarando el día a día con felicidad
aparente, pero es todo una sarta de mentiras.
Esas décimas pervierten todo, todo hasta el final.

sábado, 23 de agosto de 2008

Basileus

Estamos sentados tomando el té rodeados de ruinas
¡Qué elegantes parecemos! ¡Creo que tengo algo de acento!
Nunca ha sido un lugar acogedor, pero es nuestro hogar.
Hay sábanas, sábanas que nos tapan y libran de la suciedad.

Se abre la puerta. Es ése rey, ¡Ha entrado! ¡Todos arriba!
“¿De dónde has sacado esa falsa corona?” Me pregunto.
Eres arrogancia, yo un siervo infiel al que ahorcar.
Te paseas con tu alma sin expresión… Su Majestad
¿Qué ocurre en el patio? Estás preparando una pira,
algo no te gusta….

Alzas tu barbilla con un orgullo del que yo no sabía,
sí, en tu desgastado árbol genealógico había un orgulloso,
tu egoísta manera de ser salta una generación;
no, nada que ver contigo tiene el resto de tu familia,
es más, a ellos los tratas como si no fueran más que leprosos.
No lo entiendo. Creo que lo tuyo es una mutación.

Una vez también fuiste campesino. Estabas manchado.
¿Es que cambiaron a los bebés de cuna?
Tu lengua escupe dardos; No puedes controlarte.
No dices qué te ocurre, estás en el centro ¿Qué ha pasado?
Fallaste una vez, tuviste la cabeza en la guillotina,
pero ahí estuvieron los dioses para salvarte.
Los desprecias.

Hoy han pisado tu morro de perro de caza,
hasta el más patán de todos tus bufones
logró decirte en la reyerta: “¡Cierra la boca”.
Es el extremo. Aquí ya no tiene poder tu orden…
Te retiran el cetro, te derrocan, te derrocan…

viernes, 22 de agosto de 2008

Canción de cuna vacía


Te vas de manera espontánea,

con todos los planes que tenía para ti.
Sentí un clavo revolviendo mis entrañas
¡No creo que jamás lo vuelva a conseguir!

¡Cuántas veces he soñado con tenerte entre mis brazos!
Suave y rosado, tras el dolor y los chillidos,
oírte a ti, pequeño, rabioso y centrado en tus llantos…
Pero te has esfumado, te he perdido, te he perdido.

Me has abandonado antes de ponerte rostro siquiera.
La cuna se mece vacía con el aire de la mañana,
tus pies inexpertos no patalean la delicada sábana.
Se burla de mi feminidad ausente la luna llena.

Te añoro sin haberte conocido,
me abandonas y aún no he podido decepcionarte.
Nunca caerás en mi olvido:
Me espera una vida entera para purgarme.

Hoy te vi en sueños de manera fugaz;
supe que eras tú, pues no me sentía tan mal.
Cuando te prometí vida recibiste muerte.
Mi alma expira: Madre fallida, eterna penitente.

jueves, 21 de agosto de 2008

Ego sum ego

Éste árbol me protege y me mantiene oculta.
Hace años, lo tomé como un refugio,
porque no vi que de su rama pendía una soga
y esa soga estaba entorno a mi cuello.

Ojos rojos que me miráis compadeciéndoos,
ya ni puedo contemplar mi cuerpo en el espejo,
es horrible, no puedo hacerlo sin tener que veros.
Sois el patético resultado de un furioso momento.
Ojos rojos que me juzgáis, imponiendo
vuestra huella como un tatuaje eterno.

Ella tiene tu mismo nombre,
yo camino a tientas, absorbiendo su estela.
Sí, ella está hecha a retales
y también le falta una pieza en la cabeza.
Se diría que no somos normales,
ella está acostada, yo en mi quimera.

Silueta que me controlas cada noche,
cuando mis imágenes se van componiendo,
a esas horas no me siento nada pobre,
pero a la mañana siguiente se borran los versos.

¿Ves esa sonrisa que se oye intermitente?
No la tomes, te está mintiendo, es falsa,
es un delirio febril que yace y viene.
Ése no es mi rostro, es una máscara.

Mi árbol no tiene hojas, no tiene ramas,
se ha quemado en un intenso incendio,
se ha quemado con las llamas de casa.
¿Qué es ése intenso y negro zumbido?
Son las raíces ya resquebrajadas.

Estoy terminando. No alcanzo la perfección.
Me gustaría ser uno de esos maniquíes blancos.
Me paro, me paro ¡Qué gran motivación!
Freno, voy frenando…”Yo soy yo”.
Aparece una bota, se aparta la silla de mi talón,
ha sido una buena patada…”Yo soy yo”.
Pequeño susurro, pequeño nylon…”Yo soy yo”

martes, 12 de agosto de 2008

600mg-2 v./d

¿Por qué os sorprendéis cuando veis que despido odio? Bien,
no importa, sabéis cómo hacer que me comporte cruelmente.
No hay nada que quiera relacionar con vosotros y con el ayer.
Me tratáis como una estúpida cuando hay una terrorista en mi mente,
en mi mente, en mi mente….

Sueño a veces con un lugar en el que nunca se desgasten mis huesos;
Sé hoy que me convertiré en polvo, que es en lo que se convierten estos.
Ningún dolor, negligencia o atasco de gritos ¡Por fin puedo olvidarlo!
Pero esta semana va a ser tan larga y fea como la escalera del Purgatorio.

Mata mis soluciones como si fuera a vivir otra vez,
la salud brillará sólo porque parezco algo pura y joven.
Puedes taparlo, engañarlo, pero no se va a curar,
purga mi estómago con pastillas y ansiedad.

Me vas a ayudar a olvidarlo, sí tienes un presente,
porque tienes un presente, porque tienes un presente.

La sangre sigue goteando como la cera de un candil
y quema al contacto; creo que sigue siendo inútil discutir.
La última vez que esto ocurrió, tuve una seria infección,
ahora que sigo llorando no veo que esto os sensibilice,
“¿A que esperáis?” Me pregunto “¿A mi extinción?”.

Mata mis soluciones como si fuera a vivir otra vez,
la salud brillará sólo porque parezco algo pura y joven.
Puedes taparlo, engañarlo, pero no se va a curar,
purga mi estómago con pastillas y ansiedad.

Me vas a ayudar a olvidarlo, porque tienes un presente,
sí, tienes un presente, ¿Cómo has podido convencerme?
Hace daño, es verde y azul, hace daño y me hace débil,
por el miedo sigo comportándome de manera pueril.
¿Un regalo? Busco un remedio, no quiero anestesiarme,
soy una autómata, lo he sido y lo seré durante tantos meses…

jueves, 24 de julio de 2008

Verano plácido

Bienvenido a mi verano plácido,
me hiere no ser un ser perfecto,
me asusta el azul eléctrico
y no quiero dormir con tratamiento.

No más gritos al despertar
yendo a la sala de curas
del vacío y triste hospital,
soy la novia muerta en el altar.

Solamente puedo ansiar ser normal,
sin más luces dañinas en la oscuridad,
Sin la eterna tortura de no poder llorar,
sin la tristeza que no se puede llevar.

El fuego purifica con su brillo dorado,
las cartas de amor no se han publicado.
Pequeña llameante pira en el hogar,
en el hogar roto y desgarrado.

Ella, la inteligente estudiante perfecta
no aprendió bien la importante lección:
el hecho de poder perder la apuesta
y que todo tu mundo puede ir a peor.

El pie femenino es herido por el cristal,
un aleteo susurrante se acerca en la oscuridad,
la inocencia ahora es un crimen
y la ignorancia es el castigo que reciben.

¿Hay olvido? , ¿Existe el perdón?
¿Puede una luz salvarnos del horror?
Un poema no puede contentarte,
un poema sólo puede plasmarte.

Puedes ver el mundo a través de todos,
pero es extraño al verlo a través de mis ojos,
es un agujero eterno, gris y maltrecho,
es el lugar donde se recrea el infierno.

miércoles, 23 de julio de 2008

Elektra

Siempre un referente, siempre un referente.
No puedes caminar sola ¿No podrías?
Cambiaste un padre por otro padre,
como piezas que no valen, defectuosas.
Eres una autómata, sólo obedeces.
¡Basta ya de tanta porquería!
Tu estupidez, cariño, es tu estupidez,
tan grande que cubriría media Europa.

martes, 22 de julio de 2008

Missing

No quiero leer tu nombre,
Aún no quiero llorarte,
Ni tener que poner flores
En tu tumba de Ninguna-Parte.

Sé que un día, amor, tú volverás,
Sonriendo puro y con unos años más.
Pero compréndeme: me desesperé
Al oír la palabra “desaparecer”.

Cuando de súbito el teléfono suena
Aún espero oírte de alguna manera,
Diciendo que estás realmente bien,
Que pronto vas a volver…

Tu recuerdo está en las paredes,
Junto a titulares de posibles cadáveres.
No sabes hasta qué punto esto me hiere,
Espero impaciente el día en que me despierte.

Sé que un día, mi amor, volverás,
Tan sonriente, tan oscuramente jovial.
Tu ausencia es un hueco horrible,
Los días cada vez se vuelven más tristes
Y son mucho más difíciles de sobrellevar.

Me da tanto miedo preguntarme dónde estarás,
¿Tienes frío?, ¿Has crecido?, ¿Sigues tibio?
Me asfixia, simplemente, pensar en esos quizás,
Quizás te hicieran daño, quizás no sigas vivo.

Sé que un día, amor, tú volverás,
Sonriendo puro y con unos años más.
Pero compréndeme: me desesperé
Al oír la palabra “desaparecer”.

No puedo leer sobre lo sucedido
Sin que se me encoja el corazón,
Me pregunto porqué te has ido
O si algún día encontraré una explicación.

No hay mañana en que no me acuerde de ti,
Intento mantener ocupada la mente y no pensar,
Todo esto es difícil de llevar, muy difícil, si,
Creo nada me había costado tanto jamás.

Por aquí sigue pasando el tiempo,
Continuamos echándote de menos,
No importa si son minutos o años,
Todavía te esperamos, pequeño.

lunes, 21 de julio de 2008

Ich bin...

No entiendo lo que aquí ocurre hoy.
No comprendo nada desde hace tres años.
Te cuesta mirarme a los ojos y me atrevo a decir que hay odio.
Es difícil respirar cuando pienso en ello,
en lo que he perdido, en que te estás muriendo.
Porque te mueres y yo me voy.
Ya no nos conocemos, somos extraños.
No hay abrazos, cariño o risas. Creo que yo te he matado.
Lo único que oigo de ti son pesados resuellos.
Sí, definitivamente: hemos dejado de querernos.

Esta mañana grité que ya no había lazos,
me dijeron que era normal, que por eso os marchabais.
¿Más lejos aún? ¡Nunca compartimos sangre!
Ése brazalete nazi te aprieta demasiado,
no puedo continuar la frase: Ich bin, Ich bin…
Sale una negación: Ich bin nicht Ihre Tochter.

Oigo risas de fondo. Son de tus otros vástagos.
Sé que ellos siempre fueron tus preferidos.
Tus eternos héroes de la clase trabajadora.
Lo siento si no fui nunca un buen soldado,
¿Yo qué soy, aparte de un desperdicio?
Deberíais haberme regalado a la comadrona.

Tras tantos años sigo teniendo esa pesadilla.
La puerta es cada vez más inalcanzable,
os veo a vosotros convertidos en siluetas,
el resto es oscuridad, oscuridad plena.
Sí, la pequeña y oxidada bisagra chirría,
el marco de la puerta es de puro roble,
todos vosotros os marcháis tras ella,
dejándome atrás, abandonada y sola…

Soy una muñeca rusa que va por estratos,
no digas que me conoces, porque estarás mintiendo.
¡Sucia boca cosida con una aguja oxidada!
¡Eso es lo que tengo yo! Si la fuerzo se desgarra,
¡Maldito hilo de sedal! No puedo mover los labios.
Sois como esas enormes lombrices digiriendo
a un ratón pequeño. Os retorcéis en vuestra jaula.
No me importa, no me importa, te estoy enterrando.

Para mí has muerto. Al igual que ha muerto todo.
Lo siento, yo no lo he provocado.
Siempre supe que algún día llegaríamos a este punto
Y hoy te estoy amortajando.

Vuestra pequeña muñeca suicida

¿No podéis dejarla de una vez en paz?
Os la arrojáis de mano en mano,
como si no importase si se daña,
como si su sufrimiento fuera en vano.

¿Contentos?

Ya tenéis a vuestra pequeña muñeca suicida.
Siento decir que la habéis despertado.
Ella odia que penséis que hace esto por moda.
¡Apenas respira con esos clavos ensartados!

Siente sus pulmones encharcados por un líquido ponzoñoso,
“¿Es sangre?” gime, “¿Esto que escupo es sangre?”
Te han dado veneno. Del amor al odio en sólo un segundo.
Te llevas la mano al pecho ¿Acaso hay algo que no late?

…Por supuesto…

Es curioso ver cómo pataleas ahora.
Te observo y pareces un pequeño vudú,
con todas esas agujas bien repartidas,
como hecha con retales de hilo.
Se podría decir que no les das lástima,
que todo lo que ocurre, ocurre porque tú
no trabajas, no eres una heroína,
hace tres años que no tienes mérito.

domingo, 20 de julio de 2008

Llamas en el hogar

El fuego consume mi hogar,
¿No lo va a evitar nadie?,
El fuego consume mi hogar,
Ahora siento que nada de esto vale.
El fuego consume mi hogar,
Avalanzándose como algo inevitable.
El fuego consume mi hogar,
No hay quien se arrepienta ¿Sabes?

Todo lo que quise dentro del caos
Eran gestos mínimos de falso amor,
¿Puedo huir? Yo quisiera, sí,
Pero me pudro como una flor
Que no debería existir…
La habéis jodido, como no…

El fuego consume mi hogar,
Ahora la tomo con mi brazo.
El fuego consume mi hogar,
Debería empezar a usar un taladro.
El fuego consume mi hogar,
he sido arrancada como de raíz.
El fuego consume mi hogar,
El horror viene cuando quiero vivir.

Todo lo que quise dentro del caos
Eran gestos mínimos de falso amor
¿Puedo huir? Yo quisiera, sí,
Pero me pudro como una flor
Arrancada, que no debería existir.
La habéis jodido y yo voy a peor…

El fuego consume mi hogar,
Los chips sensoriales en plena conexión.
El fuego consume mi hogar,
Ahora el azufre está a mi altura.
El fuego consume mi hogar,
Ya no puedo expresar o sentir dolor.
El fuego consume mi hogar,
Alguien dijo: no eres más que basura…

Pequeño Atlas.

Alguien ha hecho un agujero a tu puerta y no tienes ni idea
De que te han estado observando durante todo éste tiempo.
¿Sabes? Entonces se cae al suelo esa sucia y raída venda,
Te das lentamente la vuelta e intentas no echar fuego con el aliento.

Tus pies están atados a caballos salvajes desbocados,
La luna roja se hace opaca y ellos siguen y siguen corriendo,
¿Era esto lo qué querías? ¿Miedo, miedo estando a salvo,
Palabras vacuas, descontrol total e innecesario sufrimiento?

Pruebas tu lengua y tiene un sabor amargo,
Estás apartándote de esto y de esta negrura,
“Desprecio”, dices, “Con el tiempo no sabe tan malo”,
Eres como un barco que se hunde en la laguna,
Esa laguna que, probablemente, es el ser humano.
No sé si llamarte estúpido o pensar en tu mente aguda,
Me gustaría entenderte y poder decir “¡Bravo!”.

Nunca antes te asemejaste tantísimo a un dios,
Pequeño Altas, cargando en tus espaldas el peso del mundo,
Totalmente encorvado y con los pies dañados,
Un dios al fin y al cabo, pero con un destino demasiado crudo.