jueves, 16 de mayo de 2013

Termina ese capítulo antes de irte,
va a costar, vas a hacerlo con fuerza
por favor, no hables, no articules palabra,
escuha lo que he venido a decirte:
nunca jamás volveré a ser aquella
pobre y vacía mujer a la que despreciabas.

Deja que pase el aire y su corriente,
deja que se lleve todos los odios,
ya me he calmado, nunca estuve nerviosa.
En el momento tuve miedo de decirte
que he recompuesto cada trozo,
que no me he dedicado a otra cosa.

Tus portazos y aullidos sonaban alto,
apenas oías nada, apenas te entendías
y decidí amarrarme al muelle en la tormenta.
La primera vez que me diste un palo
fue el día en que supe que me iría,
que no me enterrarías con muerte y trompetas.

Nadie mejor que tú luce las máscaras,
sabes actuar y poner voces como nadie,
expulsar lágrimas y escupir gimoteos.
Y no fui yo, fue ese bendito karma
al que durante tanto temías enfrentarte.
Fue el pago por todos tus incendios.

Actuabas tan claro que supe que jamás
hubieras muerto por verme un poco más feliz,
sólo te interesaba andar un poco acompañado.
No me importa tu tristeza, ni tu felicidad,
esas cuestiones ya no me pertenecen a mí,
soy una extraña para un completo extraño.

 Hace mucho se te olvidó cerrar una ventana,
había un pájaro cautivo en la habitación, 
que logró liberarse con rabia de los eslabones,
se lanzó al vuelo, para encontrar su corazón.
Cierra la puerta porque ya no puedes hacer nada,
voló lejos, muy lejos de todos los nubarrones.

martes, 30 de abril de 2013

He tocado fondo con todo esto
y puedo decir que es todo tu culpa.
Sólo parece que no puedo respirar,
sé que no has hecho todo lo que pudiste,
pero estoy triste y ya no hay sueños.
Tengo miedo y vivo a oscuras.
Haces lo imposible para alimentar
ese llanto que hace un año encendiste.

No tengo fuerzas para soportarlo,
sé que vas a atacarme, no vas a darte por vencido,
cada momento parecía más bien un prorroga
que alargaba mis ganas de huir,
que apartaba mi cuter para cortarlo,
un simulacro para no encontrar la sal.
Lo próximo que te queda podría ser el olvido,
nunca he sabido cómo llevar estas cosas,
me gritarás y me harás asentir.

Y ahora vuelvo al principio,
vuelvo a estar como me encontraste,
siendo otra vez esa muñeca llena de odio.
Te aprendiste todos los métodos de memoria para herirme.
Pronunciaste la palabra hastío
y apenas hizo falta más de una frase
para saber que ése era el final de nosotros,
para saber que eran las últimas palabras que iba a dirigirte.

No he perdonado a nadie como a ti,
pero me habías troceado en varias mitades,
no se parece a cómo empezamos.
Tras un tiempo estaremos en paz.
Ahora intento subir la cabeza y sonreír,
lo hubiera hecho en todos los lugares,
pero este dolor ya viene de largo
y era algo difícil de afrontar.

No pretendía ser despiadada,
sabía que la vida a tu lado no sería maravillosa,
no podríamos olvidarnos del miedo y la tensión,
sabía que yo no nací para ser sólo tuya.
Estuve año y medio aplastada,
perdí la gran oportunidad de ser otra persona,
lo habías apuñalado, ya no tenia juicio o corazón.
Ahora me libero y me doy a la fuga..

martes, 9 de abril de 2013

Vuelvo a los caminos que dejé atrás,
ha llovido demasiado desde entonces,
me volví oscura, pero me recuperé,
no me preocupa lo que puedan pensar,
te encontré entre miles de nombres
y siempre he sabido que acerté.

Casi muero, casi me vuelvo salvaje,
pero el sol me bañó y me cambió,
me siento tan en paz con el mundo,
sé que esta vida es una largo viaje,
sé que he sido débil y se me cruzó
un sentimiento que daba tumbos.

Prometí que me levantaría y lo hice,
aunque tuve que tomarme mi tiempo,
estando al borde de aquel acantilado.
Ya no recuerdo lo que era estar triste,
ni lo que es tener el corazón quieto.
Y no he necesitado a nadie a mi lado.

domingo, 24 de marzo de 2013

Estos son los restos de mi carne,
estos son los restos de lo que solía ser,
han sido echados a los perros,
han sido devorados con hambre
y este es el horrible modo de renacer,
para desfilar entre los muertos.

El mundo tiene más luz ahora,
el cielo posee otra paleta de colores
y mis botas desgastadas suenan más fuerte.
Fui deambulando fría y sola,
fui rebuscando hasta en contenedores,
para ver si algún día volvería a entenderme.

No podía comer, no podía ni sonreír,
no podía dormir o ser una persona,
sólo podía retorcerme en una espiral,
resistiendome a ceder, a vivir
y ahora hay algo que me devora,
que lo hace con un ansia animal.

Me dolió abrir los ojos a este mundo,
me dolió hacerlo y no quedar rota,
parecía que había perdido la práctica.
Había intentado atravesar un muro,
había intentado no estar jamás a solas,
pero parece que esa no es mi llamada.

Y en la calma a veces me siento mal,
porque todo está demasiado silencioso,
porque no hay nada que me sobresalte,
salvo el lagrimeo que viene y que va
abriéndose paso, llevándome al mortuorio.
Ahora sólo rezo para que esto se acabe.


jueves, 21 de marzo de 2013

Reflexiones de un día a solas

El mundo se ha convertido
en un lugar demasiado extraño,
el café jamás había funcionado tanto.
Mis sueños se han detenido,
ya no podía cree lo que estaba pasando,
deseaba hundir mi cabeza en el barro.

Parece que tengo un millón de años,
no he madurado, he envejecido rápidamente,
como si la vida entera estuviera de vuelta.
Los sueños se me antojan pedazos
¿Cómo la sensatez ha sido tan hiriente?
Se supone que debería sentirme completa.

Visito los lugares donde la persona que fui
sonreía por cualquier motivo que había,
sin pensar en asuntos de muerte o gloria.
Esta habitación helada no ha esperado por mi,
murió junto a todas esas viejas sonrisas.
Soy una desconocida, ahora soy otra.

Tengo que confesar todos mis pecados,
cuando me recuesto y me pregunto acerca
de esta nostalgia que me paraliza.
Sin fijarme, parece que había olvidado
de lo realmente bonita que la vida era
cuando su única función era vivirla.