viernes, 20 de julio de 2012

Abandonada

Es demasiado tarde para volver la vista atrás,
todos esos años que han pasado no volverán,
ni la felicidad, ni los malos momentos,
ahora están enterrados, son sólo recuerdos.

Mi reflejo está mudo, ya no me habla,
sólo llora sin articular ni una palabra.
Me doy la vuelta y me alejo,
sé que nadie me echará de menos.

La novedad consiste en un nuevo fracaso,
el dolor es estar al borde de un acantilado;
Allí deposité cada ápice de emoción,
donde la vida perdió todo el color.

Volveré a nacer para volver a destruirme,
tendré otro final y otro principio sublime,
presenciaré ese despertar que siempre me mata,
un deseo de asfixia momentánea entre las sábanas.

Descorazonadora


Todo empezó hace unos años,
yo estaba en medio de una tormenta,
él vino a mí sin esperarlo,
Dios mandó al Diablo para rendir cuentas.

Dejé a mi sombra angelical agonizando
y él debía hacerme pagar una deuda.
Era la sangre, nunca debí haber jugado,
nunca debí extender toda esa pena.

Para ser justos él debía arrancarme el corazón,
tiró tan fuerte que también se llevó mi alma,
aún hoy noto las mismas punzadas a traición
que quedan en mi antigua esencia cercenada.

Cariño, soy una descorazonadora,
cariño, soy una descorazonadora,
cariño, soy una descorazonadora,
cariño, soy una descorazonadora,
y voy a arrancarte y llevarme tu corazón.

Tengo una montaña de ellos a mis espaldas,
los reúno buscando uno que pueda ocupar
el hueco que aún sigue abierto en mi pecho.
Mi objetivo os deja destrozados y sin nada,
no tengo lástima ni cuando os veo llorar,
dejé de sentir cosa alguna hace mucho tiempo.

Sólo una bestia monumental pudo hacerme esto,
era incapaz de verlo, sólo podía sonreír y seguir,
seguir vaciándome por dentro, drenándome.
Él me cazó y tiene mi alma a modo de trofeo,
apenas reacciono, no puedo llorar, tampoco reír,
¿Cómo pude dejar que siguiera atacándome?

Quizás fue su mirada o sus abrazos de acto reflejo
o mi necesidad de sentirme asfixiada por alguien,
dulce ahogo en el que me regodeaba ciegamente.
La forma en la que se creaba un hueco en mi pecho
tendría que haber sido considerada un crimen,
era una mártir, creada para desalmarse y quererte.

El tiempo ha pasado y sigo devorando corazones,
devorando hombres para conseguir una anestesia
que tape este dolor que está habitando mi esternón;
En los rincones de este mundo más desoladores,
sigo teniendo este tipo hambre extraña por inercia,
dejando a mi paso cadáveres al ritmo de “Se acabó”.

domingo, 20 de mayo de 2012

20-mayo-2012

Sí, he acabado con ella de nuevo,
no sé cómo lo hago, pero nunca desaparece.
Me mira y sonríe como diciendo "volveré".
Suelo seguir con mi vida y luego
viene y lo que he conseguido se desvanece,
resucitando a todos los fanstasmas del ayer.

Sigue teniendo la misma fuerza
para destrozarse y para lograr destrozarme.
Si tiene un minuto lo hará durante un mes
y es peligroso tenerla tan cerca.
No quiero que vuelva a conseguir engañarme.

La primera vez que la encontré ella tenía
unos diecisiete años más o menos,
la dejé con un hombre mucho mayor,
que con el tiempo le dijo que la quería.
En realiad la trataba como un objeto
y huyó cuando vino la siguiente estación.

Se acercó a mí y llenó mi hombro de lágrimas
y cuando creyó que estaba recompuesta,
se marchó con alguien que pensaba la haría feliz,
pero con los años la relación se tornó vacua
y el destino le reclamaba una respuesta,
entonces rompió otro corazón y me lo volvió a decir.

Puso una sonrisa postiza en el rojo de sus labios,
se columpió y bailó con cualquier máscara,
dando tantas vueltas que no podía sentir nada,
fingiendo que el mosaico de su corazón estaba intacto,
que no existía martillo que la destrozara,
que nadie más volvería a exprimir sus pestañas.

sábado, 18 de febrero de 2012

Diez años después

Cómo duele llegar a esta fecha,
cómo duelen estos números en el calendario,
grabados a fuego en el fondo de mi corazón.
Duele no poder escapar de ella,
odio reconocer que todavía no lo he superado
y que sigue doliendo como el primer año.

Y se supone que he madurado
y  sé que a veces he estado demasiado triste.
Me pregunto si me habrás visto así
y entonces es cuando me avergüenzo
de la forma en la que me he tratado,
de esa manera agresiva que tuve de herirme,
de llorar sola y de fingir ser feliz,
de sufrir hasta quedarme sin aliento.

Sólo te quiero de vuelta de algún modo,
a ti y a esos que se supone he dejado atrás,
porque nadie puede reemplazarte,
porque hay escenas clavadas en mis ojos.
Ese teléfono no deja de marcar y de sonar
y esas frases no paran de repetirse.

Te prometo que no he intentado huir de ti,
prometo que siempre intento ser fuerte,
todo lo fuerte que alguien débil puede ser
¿Por qué los malos recuerdos me golpean así?
¿Por qué diez años más tarde no dejo de quererte?
¿Por qué no me comporto como una mujer?

Escarbo en mi misma con uñas y con dientes,
intentando dar con algo mío que se te parezca,
buscando en los ojos y palabras de la gente en común.
Mírame, a pesar de la sangre he decidido no rendirme,
a pesar de todas las nubes oscuras que se ciernen.
Todo cambiará en unas horas cuando amaneza,
entonces comenzaré mi ritual de auto-reprimirme.

El único consuelo que me queda es que estés ahí,
de cualquiera de los modos, pero cuidándome.
A veces la soledad me acerca a tu persona
y siento que puedo volver, volver, volver a ti,
que estás de pie, que sonríes y estás mirándome,
que no sólo hay malos recuerdos y sombras.

lunes, 6 de febrero de 2012

El horror, el horror.

El día se ha marchado y todo está oscuro,
yo estoy pensando que podría ser mejor
para al fin poder superarme a mí misma,
pero mis músculos tiemblan uno a uno
y las cosas no parecen más bonitas sin sol.
Esto no va a curarlo ninguna mentira.

Me rompo, me esparzo, llego al fondo del mármol;
Quizás es el siguiente paso para estar más completa.
Me hacen agujeros y con los ojos como dos platos,
sé que esto es el principio para alcanzar una meta.

Los graznidos siguen sonando a lo lejos,
tan lejos que parecen risas de ancianos.
Mi gesto queda inmóvil mientras espero
que sea el Destino quien de otro paso.

Y no voy a decir que no debería haberlo hecho,
porque simplemente sé que no hice nada,
es algo que surgió con la inestabilidad y el tiempo,
fue el caos intenso que hay tras la calma.