sábado, 30 de agosto de 2008

Azul y verde


La vida se divide ahora en azul y verde

¿Por qué? No sabría darte una verdadera razón;
Quizás estás falta de movimiento, quizás es verte
y sentir que un anzuelo te corta la boca con presión
cada vez que intentas abrirla para decir algo suave,
cuando das paso a tu alma y ofreces un modo de salvarte.
Nadie te oye...Hay una melodía con un ritmo un poco feroz.
En el Infierno alguien se está riendo; eres tú, soy yo.

La vida se divide ahora en azul y verde,
es curioso ¿Verdad? Deberías estar satisfecha,
pero según tú, no te sonríe nunca la suerte.
Intentas correr, pero como en sueños vas muy lenta,
más lenta que tu alma, ella te grita "¡Muévete!"
Pero no tienes fuerzas, te quedas anclada a la arena,
¿Arena? Yo diría que es calcio, calcio que cae.

La vida se divide ahora en azul y verde,
vaina de plástico que guardas una mentira,
dos veces al día durante seis meses,
vas a estar muy feliz con toda esa anestesia.
Podrás peinar tu pelo sentada sin preocuparte,
flexionando sin dolor tu cuerpo de plastilina,
¡No importa cuanto dolor capte tu mente!
Lo intentamos puntuales, estamos mintiéndole.

¿Y qué va a pasar mañana con ése agujero?
Sí, es un pozo creado por el gusano verde y azul,
se retuerce, supura y crece sin proponértelo.
Pronto tu cuerpo será transpasado por la luz.
Vas a tomártelo. Es un veneno, es tu veneno.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Vida

Y este es, en definitiva, el final de mi diario;
por todo lo escrito, por todo lo arrancado.
Letras que se apilan como granos de arena,
jaqueca nocturna meciéndose en mi nuca;
bebé que berrea dentro de mi cabeza.

Desde el principio supe que el final existía.
Ahora pasa el tiempo, exterminé a esa niña.
El lápiz podía ser borrado al principio,
pero ya no.
La sangre es la tinta de mi bolígrafo.
Los errores ya no se ocultan.

¿Qué pasa de la trescientos cinco a la trescientos diez?
Es inútil acordarse de todas esas hojas que mutilé.
Fue la semilla de mi odio a escondidas una vez.

Sonrío satisfecha ¿Voy a quemarlo?
Me odio hoy al igual que antaño.
No es moda, no estoy exagerando,
tengo testigos, testigos de papel.
Es curioso, somos unos trescientos cinco,
¿O quizás trescientos diez?

Habitación

La feminidad se refleja en tus horquillas,
puestas en fila una a una sobre la mesa.
Los cables de la lámpara se enredan,
formando extraños tentáculos blancos.
Tu inseguridad se muestra en una caja de pastillas,
junto a pañuelos que secarán lágrimas negras,
ocultas en la noche con el silencio que envenena.
La tarjeta sanitaria es un pase VIP a quirófano.

El calzado desperdigado en el suelo
y cerca un manantial de agua embotellada.
Junto a ti el tigre guardando el hueco
de la entrada a tu celeste e insustancial guarida.

En los asientos no hay nadie,
están plegados contra la pared,
como cuerpos fríos que yacen
en el depósito de cadáveres.

La cuerda de piano estrangula y te mantiene a salvo,
necesitas su presión ardiente en tu garganta,
necesitas esa sordera eventual golpeando en tu tímpano.
No vas a oír absolutamente nada.

Afuera oyes un murmullo creciente
¿Es un camión? ¿Alguien golpeando a (Don) Nadie?
Tu respiración choca con el calor de tu hombro.
El agua cae y gotea ¿O es la sangre de otro?

Las abejas se acercan con su motor encendido,
las chicas juegan a encontrar un buen partido.
Calor soporífero, modorra taquicárdica;
no huele a azufre; no huele a nada.

lunes, 25 de agosto de 2008

Los Carceleros

Los carceleros se pasean
Con sus sonrisas de plástico,
Con su látigo, sus pieles
y sus andares tan huecos
Comprueban que cabeceas,
Utilizan todo tu pánico,
Parecen decir “Nos lo debes”
Y entonces se paran en seco.

Desde muy temprana hora
Puedes oír sus pasos,
Temes tanto la aurora
Que te despiertas temblando.

Agachas la mirada ante el espejo,
La gloria, las sonrisas, la vida
Y todo lo demás, permanece quieto,
Te cuestionas porqué respiras
O porqué no te marchas lejos.

Los carceleros se pasean
Con su porra del miedo,
Con su veneno de serpiente,
Como lobos que jadean
Ante el indefenso ciervo,
Como si lo único urgente
Fuera verte bien muerto.

El tiempo contra los amigos de ninguna parte

Si alguien te sostiene,
El descolorido buen sitio,
La mano diferente
Y la caída del corazón roto
Pueden ser tu fe en otro tiempo.

¿Por qué la sombra se ha refugiado en el muro?
Esta pregunta es imposible…
Estamos haciendo los idiotas en estado puro,
Debajo del cielo tu sonrisa es plausible.

Tus pensamientos están cerca de la Muerte,
Pero no ves que nuestro amor está allí,
Por favor ¿puedes cambiar tu mente?
Y al final dormirás esta noche, sí.

No puedo reemplazarte si decides no existir más,
Caminando en la carretera de la desolación te deshaces,
hay cosas que yo tampoco puedo evitar,

El tiempo contra los amigos de ninguna parte.

Las pastillas del dolor en tu sangre,
La memoria sonríe
Cuando te ve morder el polvo y ardes.
No puede ir peor, lo sé.

Tus pensamientos están cerca de la Muerte
Pero no ves que nuestro amor está allí,
Por favor ¿puedes cambiar tu mente?
Y al final dormirás esta noche, sí.

¿Por qué la sombra se ha refugiado en el muro?
Intentamos entenderlo aunque suene crudo.
¿Por qué la sombra está tan triste?
Intentamos traerte de vuelta a casa.
¿Por qué no puedes oírnos?
Te sientes como una bala perdida sin alma.

El lugar calmado es tan solo
Y tú no sabes lo que eras antes,
Pareces una completa desconocida
Y las frases de Zimmy son un agujero.

Tus pensamientos están cerca de la Muerte
Pero no ves que nuestro amor está allí,
Por favor ¿puedes cambiar tu mente?
Y al final dormirás esta noche, sí.

Pared

Los fotogramas de tu vida se desgastan
a medida que pierdes el tiempo en tu sillón.
Tu lengua debería estar ya despedazada
tras matarla con tanta estúpida maldición.

Se puede decir que ahora mismo te odio,
sí, yo que te defendí durante días de todo/s.
Te desprecio porque me golpeas con dolor,
pagas conmigo todo lo que es para ellos

¿Por qué te enfada mi amabilidad?
Te doy comunicación y gestos de cariño,
pero es mucho más fácil gritar
y hoy alguien saca filo a su cuchillo
¡Lo que has sembrado lo has recogido!

Mereces que todos tus cuervos te arranquen los ojos
de manera lenta. Me agazapo como un animalillo
ante tus gritos, tu voz, tu aliento de fuego y tus truenos.
¡Mis tímpanos van a explotar ante esos rugidos!
No soporto nada de esto, me vence éste ritmo tedioso.

¿Qué te queda, salvo esa bola de cristal?
Farfullas al mundo que aparece dentro de ella,
babeas como un perro de Pavlov como si te dieran comida.
Bueno, pues ellos no te han visto en su vida,
nos denigras por ellos, les darías las gracias si te escupieran,
les llevarías, si pudieses, tu alma en bandeja.

Y es en éste punto en el que empiezo a temblar yo,
mi mente se azota como un huracán que arrastra escombros,
me estigmatizo ante lo sucedido y lo reproduzco.
Es imposible que esto tenga un nombre. Te vas a quedar solo.

No es la primera vez que te escribo, lo haría con sangre,
con sangre si fuera valiente, pero… ¡Un momento!
¡Ya lo he hecho! Tengo un mapa entero en mi mente,
un mapa de líneas oculto en lugar perdido en mi brazo
y otro sobre la rodilla por si algún día vuelve mi fiebre.

Mi fiebre…Me ciega, me nubla las pupilas,
me anestesia enmascarando el día a día con felicidad
aparente, pero es todo una sarta de mentiras.
Esas décimas pervierten todo, todo hasta el final.

sábado, 23 de agosto de 2008

Basileus

Estamos sentados tomando el té rodeados de ruinas
¡Qué elegantes parecemos! ¡Creo que tengo algo de acento!
Nunca ha sido un lugar acogedor, pero es nuestro hogar.
Hay sábanas, sábanas que nos tapan y libran de la suciedad.

Se abre la puerta. Es ése rey, ¡Ha entrado! ¡Todos arriba!
“¿De dónde has sacado esa falsa corona?” Me pregunto.
Eres arrogancia, yo un siervo infiel al que ahorcar.
Te paseas con tu alma sin expresión… Su Majestad
¿Qué ocurre en el patio? Estás preparando una pira,
algo no te gusta….

Alzas tu barbilla con un orgullo del que yo no sabía,
sí, en tu desgastado árbol genealógico había un orgulloso,
tu egoísta manera de ser salta una generación;
no, nada que ver contigo tiene el resto de tu familia,
es más, a ellos los tratas como si no fueran más que leprosos.
No lo entiendo. Creo que lo tuyo es una mutación.

Una vez también fuiste campesino. Estabas manchado.
¿Es que cambiaron a los bebés de cuna?
Tu lengua escupe dardos; No puedes controlarte.
No dices qué te ocurre, estás en el centro ¿Qué ha pasado?
Fallaste una vez, tuviste la cabeza en la guillotina,
pero ahí estuvieron los dioses para salvarte.
Los desprecias.

Hoy han pisado tu morro de perro de caza,
hasta el más patán de todos tus bufones
logró decirte en la reyerta: “¡Cierra la boca”.
Es el extremo. Aquí ya no tiene poder tu orden…
Te retiran el cetro, te derrocan, te derrocan…

viernes, 22 de agosto de 2008

Canción de cuna vacía


Te vas de manera espontánea,

con todos los planes que tenía para ti.
Sentí un clavo revolviendo mis entrañas
¡No creo que jamás lo vuelva a conseguir!

¡Cuántas veces he soñado con tenerte entre mis brazos!
Suave y rosado, tras el dolor y los chillidos,
oírte a ti, pequeño, rabioso y centrado en tus llantos…
Pero te has esfumado, te he perdido, te he perdido.

Me has abandonado antes de ponerte rostro siquiera.
La cuna se mece vacía con el aire de la mañana,
tus pies inexpertos no patalean la delicada sábana.
Se burla de mi feminidad ausente la luna llena.

Te añoro sin haberte conocido,
me abandonas y aún no he podido decepcionarte.
Nunca caerás en mi olvido:
Me espera una vida entera para purgarme.

Hoy te vi en sueños de manera fugaz;
supe que eras tú, pues no me sentía tan mal.
Cuando te prometí vida recibiste muerte.
Mi alma expira: Madre fallida, eterna penitente.

jueves, 21 de agosto de 2008

Ego sum ego

Éste árbol me protege y me mantiene oculta.
Hace años, lo tomé como un refugio,
porque no vi que de su rama pendía una soga
y esa soga estaba entorno a mi cuello.

Ojos rojos que me miráis compadeciéndoos,
ya ni puedo contemplar mi cuerpo en el espejo,
es horrible, no puedo hacerlo sin tener que veros.
Sois el patético resultado de un furioso momento.
Ojos rojos que me juzgáis, imponiendo
vuestra huella como un tatuaje eterno.

Ella tiene tu mismo nombre,
yo camino a tientas, absorbiendo su estela.
Sí, ella está hecha a retales
y también le falta una pieza en la cabeza.
Se diría que no somos normales,
ella está acostada, yo en mi quimera.

Silueta que me controlas cada noche,
cuando mis imágenes se van componiendo,
a esas horas no me siento nada pobre,
pero a la mañana siguiente se borran los versos.

¿Ves esa sonrisa que se oye intermitente?
No la tomes, te está mintiendo, es falsa,
es un delirio febril que yace y viene.
Ése no es mi rostro, es una máscara.

Mi árbol no tiene hojas, no tiene ramas,
se ha quemado en un intenso incendio,
se ha quemado con las llamas de casa.
¿Qué es ése intenso y negro zumbido?
Son las raíces ya resquebrajadas.

Estoy terminando. No alcanzo la perfección.
Me gustaría ser uno de esos maniquíes blancos.
Me paro, me paro ¡Qué gran motivación!
Freno, voy frenando…”Yo soy yo”.
Aparece una bota, se aparta la silla de mi talón,
ha sido una buena patada…”Yo soy yo”.
Pequeño susurro, pequeño nylon…”Yo soy yo”

martes, 12 de agosto de 2008

600mg-2 v./d

¿Por qué os sorprendéis cuando veis que despido odio? Bien,
no importa, sabéis cómo hacer que me comporte cruelmente.
No hay nada que quiera relacionar con vosotros y con el ayer.
Me tratáis como una estúpida cuando hay una terrorista en mi mente,
en mi mente, en mi mente….

Sueño a veces con un lugar en el que nunca se desgasten mis huesos;
Sé hoy que me convertiré en polvo, que es en lo que se convierten estos.
Ningún dolor, negligencia o atasco de gritos ¡Por fin puedo olvidarlo!
Pero esta semana va a ser tan larga y fea como la escalera del Purgatorio.

Mata mis soluciones como si fuera a vivir otra vez,
la salud brillará sólo porque parezco algo pura y joven.
Puedes taparlo, engañarlo, pero no se va a curar,
purga mi estómago con pastillas y ansiedad.

Me vas a ayudar a olvidarlo, sí tienes un presente,
porque tienes un presente, porque tienes un presente.

La sangre sigue goteando como la cera de un candil
y quema al contacto; creo que sigue siendo inútil discutir.
La última vez que esto ocurrió, tuve una seria infección,
ahora que sigo llorando no veo que esto os sensibilice,
“¿A que esperáis?” Me pregunto “¿A mi extinción?”.

Mata mis soluciones como si fuera a vivir otra vez,
la salud brillará sólo porque parezco algo pura y joven.
Puedes taparlo, engañarlo, pero no se va a curar,
purga mi estómago con pastillas y ansiedad.

Me vas a ayudar a olvidarlo, porque tienes un presente,
sí, tienes un presente, ¿Cómo has podido convencerme?
Hace daño, es verde y azul, hace daño y me hace débil,
por el miedo sigo comportándome de manera pueril.
¿Un regalo? Busco un remedio, no quiero anestesiarme,
soy una autómata, lo he sido y lo seré durante tantos meses…