lunes, 2 de marzo de 2009

Arlequín

Bailas, bailas danzas bellas y nocturnas interminables,
también te mueves bien sumergiéndote en la bañera,
todos los días la misma coreografía, los mismos rituales,
tocando el violín, tu cuerpo de profundas trincheras.
Rombos imperfectos y ojos invertidos como cráteres,
tan rojos y tan inocentes que parecen una condena.

Puedes cruzar el Atlántico si te lo propusieras,
con tus pilares en los que caminas como con zancos,
atravesándo y esquivando cualquier barrera.
Tu supervivencia se puede tocar, está en blanco,
¿Te duele? Oh, si ellos de verdad lo supieran
no te señalarían así, ni te harían el más mínimo daño.

Te encierran en tu castillo, carpa de circo austera,
se apaga la música, las velas y aparecen las verdades.
Tu sangrante vestido se rasga y le salen grietas
Rezas con mucha normalidad: "Mi piel podría matarme",
y tus cascabeles afónicos con ése cetro de pega
cubiertos con la realidad de la que todo el mundo sabe.

No hay comentarios: