jueves, 3 de diciembre de 2009

Arcángel

Ya no quieres decir nada malo, arcángel caído
ya ni siquiera me importa quien o qué te creó
o el motivo de porqué ya no significas lo mismo.
Aquí no hay sitio para nadie, ni para tu dios,
ése mismo que estuvo cerca, contigo y conmigo
¡Oh! Para más tarde abandonarnos a los dos
tras de absorber lo mejor de nosotros un poquito.
Después de eso puede decirse que nos va mejor,
no existe la pena, el llanto, no tenemos castigo.
Es más, recompongo tus alas negras en el salón,
para que jamás nos puedan arrancar del exilio.

No hay comentarios: