jueves, 9 de octubre de 2014

A ti (más arriba del cielo),

A ti y por ti que nunca jamás podrás leer esto,
a ti, entre claves de sol apoyadas en el Cielo,
a ti, porque por más que busco no te encuentro,
a ti, porque llevo mucho echándote de menos,
a ti, que te lloro con ansia entre mis sueños.

A ti, porque drenaste esa tristeza de mi pecho,
a ti, por tu idioma particular y poco concreto,
a ti, por las buenas canciones y viejos roqueros,
a ti, porque más allá de mal y del bien te quiero,
a ti, porque aún me hace daño tu recuerdo.

A ti, porque ya te has retirado de este ruedo,
a ti, porque me hundo cada vez que te pienso,
a ti, porque inconscientemente te espero,
a ti, porque a veces se me derrumba el techo,
a ti, porque intento recordarte con esfuerzo.

A ti, eternos ojos cerrados para mi despecho,
a ti, que te encuentras en otro universo,
a ti, que estoy viva y ya no me acuerdo,
a ti, que tengo el corazón roto y enfermo,
a ti, porque todavía sigo sin entenderlo.

A ti, que te encuentras Arriba, tan, tan lejos,
a ti, por el destino cruel y poco cuerdo,
a ti, porque tus pulmones no están llenos,
a ti, porque a veces me abraza tu recuerdo,
a ti, por esa única foto que conservo.

A ti, porque tu pérdida no tiene ningún consuelo,
a ti, porque a veces te revivo cuando te leo,
a ti, por el llanto roto al escribir todo esto,
a ti, por mi esternón y su maldito agujero negro,
a ti, por porque no superaré todo este hecho.

A ti, porque en cada latido me rompo y estrecho,
a ti, porque apareciste en el mejor de los momentos,
a ti, por alzarme cuando me creía un desecho,
a ti, por regalarme esos ratos tan nuestros,
a ti, por haber sido un hombre tan bueno.

A ti, porque no pude ver ninguno de tus gestos,
a ti, porque ahora soy la única que sabe tus secretos,
a ti, porque no puedo sacarte de mi pensamiento,
a ti, porque hay trozos de mi alma medio enteros,
a ti, porque tus ojos ya no pueden estar abiertos.

A ti, porque caminamos cada uno por un sendero,
a ti, porque ahora mi mundo se encuentra incompleto,
a ti, porque me diste todos esos dulces sentimientos,
a ti, porque jamás se realizará ese nuestro encuentro,
a ti, ya nada puede dar alivio a este horrible tormento.

A ti, porque no es tu culpa que padezca este sufrimiento,
a ti, porque ahora te recuerdo como si fueras perfecto.
a ti, a quien La Chica Sombra, le está escribiendo,
a ti y por ti, que nunca jamás podrás leer esto.
A ti, porque te has ido y sólo me queda echarte de menos.

No hay comentarios: