martes, 13 de enero de 2015

Si no siento lo que se supone debiera sentir
¿Por qué debo creer que soy un monstruo?
Siempre te dije que estabas apostando demasiado
y ahora estás solo y yo tengo la razón.
Di casi todo lo que quedaba entero de mí,
pero seguía teniendo el interior muy roto.
Te fiaste de alguien que había sido martirizado,
por aquel entonces no tenía ni corazón.


Cuando digo no, casi siempre quiero decir no
y el amargor de ese dolor que me mataba
no logró que entonces cambiara mi mente.
Un día me desperté y de repente todo cambió,
empecé a sentir que no quería estar atada,
dejé de sentirme sola rodeada de tanta gente.

Si ninguna de las estrellas brilla en el cielo,
si pienso que ni siquiera eres mi mitad
y la vida en común no paraba de rasgarme
¿No crees que son señales suficientes?
Lo mejor fue bajar la cabeza y ponerle freno.
Decidí ponernos más distancia y era verdad
cuando dije que encontrarás aquella que te desarme
y no quise sonar como algo hiriente.



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