miércoles, 27 de enero de 2010

Cartas que no llegaban a ti

(25-01-09)

Hace muy, muy poco tiempo de todo aquello,
el sol no era perezoso como lo es a día de hoy,
no costaba tanto atizarle para poder moverlo.
Tampoco entonces era yo la persona que soy.

El invierno ha penetrado por mis poros sin hacerme daño,
la gente hurga y hurga, es inevitable, pero no logra encontrar nada.
Escondida inmóvil ¡Increíble que no haya pasado ni un año!
Me abracé sola con las cartas que no llegaron a ti desde casa.

Los silbidos del viento horribe intentaron dejarme sorda,
intentaron derrumbarme, pero me agarré a mi misma,
tenía muy claro lo que haría, me deslicé como una sonda
y los vacié, cerré sus bocas llenas de litros de porquería.

En mis horas de reflexión lograba poder encontrarte,
en realidad creo que tú nunca te ibas,
estás cosido, tatuado, insertado como un implante.
Eres ése algo que me hace sentir la vida.

Empleé mi tiempo devorando fibras inertes,
te cruzaste conmigo y tenías azufre ¡Anhelado azufre eres!
Significabas algo, eras totalmente diferente
y yo antes era una polilla, que sin tu energía vital muere.

Escribo esto, la una de la madrugada, demasiado tarde;
Mi lado malo juega un poco con tu persona,
pero mi máscara adorable, esa sí que podría matarte
con su sonrisa, veneno de esencia dulzona.

Pero no lo haré. Observa cómo apago las velas una tras otra,
daré un paso hacia ti, acercándome poco a poco.
No importan las misivas, pues están todas quemadas o rotas.
Daré otro paso hacia ti y mi mundo será tu rostro.

No hay comentarios: