miércoles, 24 de marzo de 2010

Fiebre en alza

Teniendo en cuenta la eternidad de toda ésta tarde,
es mi cabeza la que tose como un octogenario,
es mi cuerpo ésa carga de plomo que tanto ha costado levantar.
Las mejillas están rojas y sin colorete. Me arden.
He tardado años en moverme de la cama ¡Milagro!
Mi espalda, mis piernas, movidas por espasmos de manera igual.

Y ésto es una sauna, éste es mi prediseñado micro-infierno,
soy yo el foco de calor, es mi cuerpo gritando, es mi cabeza...
Unos labios se posan en mi frente para así asegurarse.
Quizás sea maldad que brota de mí, quizás me esté saliendo.
Imposible. Soy joven, esto no es ninguna clase de condena.
Demasiados colores y destellos, es una forma de arte.

Alguien me quita una manta, me la roba entre súplicas.
Me toma en sus brazos y me sumerge en puro hielo
¿Hielo o fuego? Da igual, sólo sé que me hace daño.
Mi piel se torna roja, me hierve tanto que hace burbujas.
El vapor suave muestra una frase escrita en el espejo:
"Ésta es la segunda vez que pasa en menos de un año".

No hay comentarios: