miércoles, 24 de marzo de 2010

A la sombra de un árbol

Anoche me dormí bajo tu sombra, me he dejado caer ante ella,
recogida sobre mí misma. Y nadie va a perturbar ésta paz.
En general no soy muda, lo sabes, pero entonces me quedé quieta,
escuchando tu respiración calmada, sólo necesitaba eso, no más.

Ya no estaba magullada, sólo agotada por ése día soleado
en que enviaron mis recuerdos en una caja y entre ellos tu sonrisa.
La abracé muy fuerte para que no se escapara de mi lado
y de estar tumbada bajo tu sombra, pasé a coronar la misma cima.

Eso es todo lo que puedo llegar a saber de ti. Son unas letras bonitas,
no sueles escribir demasiado entre todas tus hojas,
extendiendo tus brazos como alas, luciendo tus ramas como venas.
Es bastante difícil que ante éste espectáculo quiera apartar la vista,
suelo estar demasiado despierta durante éstas horas,
continuar así, mirándote sólamente, es algo que merece la pena.

No hay comentarios: