lunes, 22 de diciembre de 2014

No he sabido dejarte en el camino de atrás,
no he podido marcharme sin darme la vuelta,
mis pies dicen que ya han caminado bastante,
he empezado a moverme con otra velocidad,
viendo tu silueta que se distorsiona y aleja,
ahora explotas como una supernova brillante

Contigo, que ahora perteneces a la tierra
y a las flores tristes que se sitúan arriba,
delicadas margaritas y las punzantes rosas,
ya no hay manera de hacer que vuelvas,
cada corona es como una corona de espinas
la vida se ha vuelto fría como esa losa.

Ahora sólo tengo miedo, no quiero olvidarme
de lo bueno que fuiste en cada momento,
de la fuerza desinteresada con la que tiraste de mí.
Como un mantra me repito en cada instante
que yo podría haberte evitado todo esto,
que quizás tu destino no era el de acabar así.

Llevarte colgando del corazón duele y cuesta.
No me gustaría que me vieras en estas condiciones,
me gustaría sonreír como cuando me guiñabas.
Sé que todas mis preguntas no hallarán respuesta.
A veces cuando te añoro mucho pongo tus canciones
y revivo cada historia de nosotros que inventabas.

No hay comentarios: