lunes, 21 de julio de 2008

Vuestra pequeña muñeca suicida

¿No podéis dejarla de una vez en paz?
Os la arrojáis de mano en mano,
como si no importase si se daña,
como si su sufrimiento fuera en vano.

¿Contentos?

Ya tenéis a vuestra pequeña muñeca suicida.
Siento decir que la habéis despertado.
Ella odia que penséis que hace esto por moda.
¡Apenas respira con esos clavos ensartados!

Siente sus pulmones encharcados por un líquido ponzoñoso,
“¿Es sangre?” gime, “¿Esto que escupo es sangre?”
Te han dado veneno. Del amor al odio en sólo un segundo.
Te llevas la mano al pecho ¿Acaso hay algo que no late?

…Por supuesto…

Es curioso ver cómo pataleas ahora.
Te observo y pareces un pequeño vudú,
con todas esas agujas bien repartidas,
como hecha con retales de hilo.
Se podría decir que no les das lástima,
que todo lo que ocurre, ocurre porque tú
no trabajas, no eres una heroína,
hace tres años que no tienes mérito.

No hay comentarios: