jueves, 24 de julio de 2008

Verano plácido

Bienvenido a mi verano plácido,
me hiere no ser un ser perfecto,
me asusta el azul eléctrico
y no quiero dormir con tratamiento.

No más gritos al despertar
yendo a la sala de curas
del vacío y triste hospital,
soy la novia muerta en el altar.

Solamente puedo ansiar ser normal,
sin más luces dañinas en la oscuridad,
Sin la eterna tortura de no poder llorar,
sin la tristeza que no se puede llevar.

El fuego purifica con su brillo dorado,
las cartas de amor no se han publicado.
Pequeña llameante pira en el hogar,
en el hogar roto y desgarrado.

Ella, la inteligente estudiante perfecta
no aprendió bien la importante lección:
el hecho de poder perder la apuesta
y que todo tu mundo puede ir a peor.

El pie femenino es herido por el cristal,
un aleteo susurrante se acerca en la oscuridad,
la inocencia ahora es un crimen
y la ignorancia es el castigo que reciben.

¿Hay olvido? , ¿Existe el perdón?
¿Puede una luz salvarnos del horror?
Un poema no puede contentarte,
un poema sólo puede plasmarte.

Puedes ver el mundo a través de todos,
pero es extraño al verlo a través de mis ojos,
es un agujero eterno, gris y maltrecho,
es el lugar donde se recrea el infierno.

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