jueves, 11 de diciembre de 2008

La mitad de una desmembrada

De nada te sirve echar la vista a atrás;
Entras en la habitación y notas algo incorrecto,
Por hoy, querida, no vas a tener más hijos,
Los destruyes con agua y bombas azules.
Enhorabuena, un día más lo has conseguido.

Encontré a alguien extrañísimo de verdad,
Había estado pegado a mí hacía mucho tiempo,
Como una mitad, una mitad de mis kilos.
Cometí el error de protegerla sin luces
Y nos odiamos cuando nos conocimos.

Yo sinceramente estuve necesitada,
No sé si por puro gusto o por algo de miedo,
Pero tuve que contagiarme del lado frío;
Esa serenidad a la que siempre aludes,
Cuando todo lo demás está inquieto.

No, no nos encontramos por casualidad,
Sino por las consecuencias de aquel invierno.
¡No voy a pensar en lo crudo que había sido!
Esos barcos, esos dedos en los enchufes
Para simplemente fracasar en el intento.

No hay comentarios: