miércoles, 6 de mayo de 2009

Amanecer

Hay sonidos en cada milímetro de mi mente envenenada,
me siento infiel dando mis besos a mi propio y herido cuerpo,
nadie me dijo que la vida iba a ser un sitio fácil para vivir.
Pero hay cosas clavadas en mi cabeza, como viles estacas,
no sé si podré olvidarlo alguna vez, brillo bello de nitrógeno
en una mirada que hace tiempo a la que cerraron los iris.

Estoy sangrando todos estos sentimientos para licuar mi sangre,
depurando cada litro de mi ser, enchufado a mi soga y mi árbol.
me escuecen los ojos como si hubiera llorando durante muchas horas.
Y ya no sabéis nada, de qué hablo o si acaso es algo importante,
sólo aprecias el hecho de que tengo la mirada perdida y no hablo,
como si el electroshock hubiera aparecido y me alimentaran con sondas.

El piano me está matando, sus cuerdas internas son mis cuerdas internas,
me están ahogando tanto y fuerte que no puedo llorar, gemir algo o gritar
ella lloraba en la soledad, porque más parecía casi una vacuidad de pega,
sólo sé si me voy a herir o si cogeré una pistola apretaré el gatillo y "bang!".
El suelo puede volverse rojo y puedes probrar a juntar de nuevo mi cabeza.

No hay comentarios: