miércoles, 6 de mayo de 2009

Reflexiones a media noche

¿Qué hacer cuando nada tiene sentido?
Te dije: "Podría ocurrirme algo, amigo"
Pero tú apenas querías/podías escucharme,
yo sólo estoy buscando por algo más suave.
Viento helado en éste melancólico invierno,
hace tanto que te estoy echando de menos...

Una virgen viene enfundada en una estación
y entre mis manos sangre y ninguna razón.
Podía hablarte en casi todos mis sueños,
pero terminabas yéndote muy, muy lejos,
asi que dime ¿Tiene que volver ella a iluminarme
envuelta en esa sábana eterna cuando no hay nadie?

Leí hoy que alguien había muerto de forma trágica
y me pregunté si yo algún día saldría en las noticias,
todos los hospitales están repletos de gente anónima,
su estancia allí jamás debería ser una puta exclusiva.
Brazos con agujeros negros y heridas rojas de volcán
humo de cigarro; miro la ventana, queriendo volar.

Sé que no estoy caminando sólo por éste lado del mundo,
sé que tengo a alguien cuando la marea sube y me hundo,
brazos protectores que me acogen y dicen: "Duerme bien",
un tacto curativo que me quita esa pistola verbal de la sien.
un valle oscuro con motas blancas en el centro de la mirada,
motivo para que pueda volver a despertarme por la mañana.

Dos de nosotros volvieron a sus casas y dejaron su piel en el intento,
pequeños leopardos riendo y saltando como cuando eran pequeños,
saltan por los charcos bajo las nubes y los ancianos sentados ríen,
nunca nadie pudo sentirse jamás, como ellos, tan felices y libres.
Te sorprendería saber que puedo llegar a sonreír, pero siempre con eco,
el dúo de su carcajada, algo demasiado abstracto, su reflejo en mi reflejo.

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