jueves, 25 de septiembre de 2008

Sesenta y tres

Cuando dicen que vas a ser mi marido
Yo sólo pienso en huir.
Dicen que somos tan perfectos,
Pero yo no lo veo así.

Hablas de tener un perrito blanco,
Un porche y un coche que conducir,
Yo ni siquiera puedo cogerte de la mano,
¿De verdad piensas que querré vivir así?

No quiero que ése velo se convierta en una mortaja
O pensar que seguimos viviendo en el sesenta y tres,
No quiero niños, limpieza, paseos y una hipoteca.
Si ansías mi felicidad cuando dices que me amas
Deberías comprobar que no quiero eso ¿No crees?

Tienes un par de chicas que te adoran, quizás mil,
Deberías estar con ellas o al menos intentarlo,
No sé cómo me amas, sólo te quise cuando te conocí,
Pero, pasado el tiempo, lo que siento se ha esfumado.

Todos los enamorados luchan juntos,
Pero creo que tú no entiendes nada,
Prefiero poner entre nosotros un muro.
Perdóname si digo las cosas tan claras.

Alguien dijo que esa era mi voluntad
Estar atada a un destino indeseado,
Que ya no me puedo echar atrás,
Que las alianzas se han forjado.

No quiero que ése velo se convierta en una mortaja
O pensar que seguimos viviendo en el sesenta y tres,
No quiero niños, limpieza, paseos y una hipoteca.
Si ansías mi felicidad cuando dices que me amas
Deberías comprobar que no quiero eso ¿No crees?

Me gustaría ver mucho mundo,
Disfrutar de una juventud relajada,
Pero eso no durará mucho,
Si me obligan a estar casada.

No, creo que no te necesito,
(Creemos que ella no te necesita)
En mi corazón no hay más sitio
(Excepto para ella misma).
No voy a poder quererte mucho más,
Tengo ya hecha mi maleta
Y en ése avión se encuentra mi libertad.

No quiero que ése velo se convierta en una mortaja
O pensar que seguimos viviendo en el sesenta y tres,
No quiero niños, limpieza, paseos y una hipoteca.
Si ansías mi felicidad cuando dices que me amas
Deberías comprobar que no quiero eso ¿No crees?

No hay comentarios: