domingo, 9 de noviembre de 2008

Pensando

Cuando vuelvas, dímelo,
para que yo no llegue demasiado tarde.
Éste ambiente es fiero,
el huracán viene diciendo "jaque mate".

No queda nada de ése bebé puro,
nada de la cosecha helada de Marzo.
Esta misma tarde me he muerto
y a los tres segundos he resucitado.

Encuentro tu sonrisa entre una alambrada
de espinas que al apartarlas me pinchan.
¿Por qué es hiriente poder encontrarla?
Es como si me arrancaran la piel a tiras.

Y me quedé ahí parada, viendo cómo te ibas,
creo que la Tierra me tragó en ése instante.
El Infierno, más bien, pues entre lágrimas
envenenadas caminé por un sendero llameante.

Mis párpados retienen demasiada oscuridad,
me pregunto si los tuyos también lo hacen.
Falta un día para el aniversario ¿Verdad?
Me lo ha recordado hoy una carta de poker.

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