domingo, 16 de noviembre de 2008

Sin apenas conocerte

No estoy suplicando por algo dulce,
en verdad no me hace falta.
Busco todas esas palabras crueles,
que, viniendo,ya no tardan.

El ambiente amargo me sienta bien,
sufrir hace que me dimensione en esto.
Vuelven todos los gestos de ayer,
esos gritos y paradas fuertes en seco.
Muy a menudo me pregunto quien
me mirará a los ojos sin hallar miedo.

Puedo leerte mil veces seguidas
intentando absorber tus maneras.
Puedo intentar estar en tu cabeza,
pero, en ocasiones, somos algo distintas
y a veces, terriblemente parecidas.
Creo que una vez, hace mucho, viví tu vida,
acurrucada bajo esa suela negra,
intentando ser normal, ser sólo "Esa chica".

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